Análisis del álbum Eco y una segunda crónica Ermitaña 

Cuando me encontré con Drexler (gracias a una sincronicidad que se dió en una fiesta cerca del mar y una noche en la que deseaba, más bien, paz y soledad), me quedé absorta con la potencia de sus letras y la exactitud de sus rimas. Derriba barreras, llegando hasta la experiencia visceral, la remueve y cumple la función curativa que le es propia al arte.