Especial: Grandes adaptaciones literarias al cine.

En esta entrega escribimos sobre grandes adaptaciones literarias al cine. Historias que nacieron entre las páginas de un libro y nos emocionaron al verlas en la gran pantalla. Una selección donde encontraremos clásicos inolvidables, obras de culto y trabajos actuales. Aquí las recomendaciones de la comunidad.

El bebé de Rosemary/Hereditary: El horror se hizo carne.

Si la retorcida, en tanto que onírica, imagería en El bebé de Rosemary era una lectura de agresión, represión sexual y subyugación, en Hereditary es la plena manifestación de la culpa, autoflagelo e incapacidad por recuperar la cordura. Tanto la figura diabólica podemos comprenderla como la de una sociedad que encarcela a la mujer y reprime su sexualidad, como los demonios internos en una situación desesperada, y traumática. Por Sebastián Valladares.

La mascota vegetal: La planta, símbolo de humanidad en “El perfecto asesino”. La escena (III)

La película se trata de “El perfecto asesino” (aka. León/El profesional, 1994), y se convirtió en una cinta de culto del director francés Luc Besson, debido a esa trama violenta, pero profundamente conmovedora, por la relación que se establece entre León y Mathilda (Natalie Portman, en su deslumbrante primer papel), una niña de doce años –que, como toda lolita, se debate entre una sexualidad que despierta, y una infancia quebrantada por la violencia doméstica– cuyo padre ha sido asesinado por hombres de Norman Stansfield (el gran Gary Oldman, en un rol de frío psicópata y adicto), un agente corrupto de la D. E. A., cuando este descubre que le ha estado birlando la droga que esconden en su apartamento. Por Pedro Paunero.

Adieu Philippine (1962) de Jacques Rozier: Realismo y metacine durante la Nueva Ola Francesa.

El debut cinematográfico de Jacques Rozier, Adieu Philippine, sigue a Michel, un aprendiz en un estudio de televisión, durante el verano previo a su alistamiento en el ejército Francés y partida a la guerra de Algeria. Durante estos dos meses, conoce a Lilian y Juliette, un par de amigas y aspirantes a actrices que compiten por su atención. Este filme fue descrito como una obra maestra olvidada de la Nouvelle Vague por la revista británica Sight & Sound en el año 2007. Por Marisol Nava.

El corazón en la oscuridad: Blade Runner y Metrópolis.

Ridley Scott nos sitúa en el año 2019, mientras que Lang, en el 2026. La diferencia de épocas no implica que no exista similitud temática: Alienación, como producto del sistema en el que los obreros no son reconocidos como personas y laboran en grupos enormes, y la búsqueda de identidad. Pero de entre miles de habitantes de una ciudad que parece nunca dormir, ¿es posible para alguien hacer un cambio? Aquí es cuando nos empezamos a dividir entre ambas obras. Por Sebastián Valladares.

Aftersun (2022) de Charlotte Wells.

En su debut directorial Charlotte Wells explora la construcción de nuestros recuerdos, cómo enfrentamos la ausencia, la lucha contra nuestros demonios mientras intentamos proteger a quienes amamos de nosotros mismos, todo esto abordado de una manera tan conmovedora y desgarradora a la vez. Por Marisela Sánchez.

‘Paprika’ (2006): El reino de los sueños. La recepción entre tecnología y sueños, curación y locura, y la ruptura de esquemas, la globalización sagitariana.

Ver Paprika (2006) constituye una experiencia sumamente curiosa, equiparable a experimentar un mal viaje que debe resolverse, tan solo por el onironauta, que sabe navegar las aguas emocionales del sueño, siendo flexible y versátil, y aceptando su dualidad interna para conciliarla. Por Aura Metzeri Altamirano Solar.

De ‘Sorry, We Missed You’ (2019) y la Precarización laboral

Ken Loach es uno de los directores británicos más consistentes que han logrado seguir filmando historias crudas, pero entrañables bajo la bien merecida etiqueta del realismo social. A sus más de 80 años estrenó Sorry, We Missed You, una ficción que nos sumerge en lo profundo de una familia pequeña, cuyos padres buscan por todos los medios subsistir en una sociedad que ofrece poco a cambio de mucho esfuerzo. El nivel de detalle y de intimidad que alcanza con esta película nos presenta cómo las relaciones de explotación son tan fuertes, que pueden penetrar y dañar directamente los lazos familiares de quienes en realidad están buscando por cualquier vía trabajar de la manera más digna posible. Por Fernanda Rojas.

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