El cine épico: entre la historia y la ficción.

La narración épica, la epopeya de lo heroico, nace con Homero. La Ilíada y La Odisea constituyen el punto de partida del poema, la literatura y la narrativa occidentales, son su base y su sustancia. Sin embargo, en referencia a la pantalla grande, el origen del denominado cine épico es impreciso. Su genealogía también. En tiempos recientes rememoramos las grandes producciones con historias de epopeyas de la antigüedad, hazañas de héroes míticos o actuales, narraciones bélicas o realizaciones donde son inherentes logros extraordinarios e indómitas muestras de valor individual o colectivo, desde los westerns, las historias detectivescas hasta la ciencia—ficción. El género es muy amplio y diversificado. Es tan vasto que nos remite a épocas y escenarios tan distintos cuyo único límite es la imaginación de sus realizadores.

Insomnia (2002): La Luz y la Verdad

Insomnia no solo profundiza en el conflicto moral y emocional de su protagonista, sino que también plantea una reflexión crítica sobre la ética dentro del sistema de justicia. A través de la figura de Will Dormer, la película examina cómo el sistema de fuerzas del orden, lejos de ser un espacio de rectitud, a menudo se ve afectado por la corrupción y la presión de obtener resultados a toda costa. Dormer, un detective experimentado, no solo lucha contra la culpa derivada de sus propios errores, sino también con la realidad de un sistema que recompensa el éxito y, en muchos casos, ignora la transparencia y la justicia en favor de las estadísticas y los logros. Por Saúl Araujo.

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