La serie no solo trae a la vida a los personajes que durante décadas han habitado nuestra imaginación, sino que logra capturar la esencia de la novela: esa sensación de que el tiempo es un círculo eterno, donde el pasado y el presente se entremezclan de formas irreversibles. Es inevitable recordar las palabras que Gabo indirectamente nos recitaba en sus personajes, que resuenan con fuerza mientras vemos la serie. Por Saúl Araujo.

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