Del mismo modo en que la película de Lou Ye fue prohibida por un gran Otro (del gobierno Chino) e incluso se le castigó dos años sin poder filmar; sus personajes como los interpretados por James James Stewart y Kim Novak en Vértigo de Hitchcock están alineados a un otro que los hace articular su deseo y mantener una imagen de sí mismos, que vista desde fuera no pareciera del todo coherente. El director establece los paralelos entre el canto o la imagen de una sirena con la narrativa de amor imposible a la que los personajes se aferran con tanta fuerza, como un llamado, una melodía que inevitablemente lleva a la muerte. Por Bardo Gabriel Martínez.

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