El corazón que antecede al lenguaje: Guillermo del Toro y su criatura

La reinterpretación de Frankenstein por Guillermo del Toro ofrece una exploración profunda del monstruo y su búsqueda de identidad. La narrativa destaca la ternura como lenguaje emocional que cuestiona la humanidad, revelando la soledad y las heridas paternales. Visualmente impactante, la película refleja la belleza en lo roto, evitando clichés predecibles. Es algo más que horror gótico.

#FICM2025: ‘‘Hay gente que se encontró con Jesucristo, yo me encontré con ‘Frankenstein’ (2025)’’.

Guillermo fue dejando las piezas sueltas de su propio Frankenstein a lo largo de más de diez largometrajes como si fueran las partes que darían vida a su propia criatura cuando el momento preciso llegara. Él no hace películas sobre monstruos, sino que cuenta las historias de vida de los monstruos con todo y la belleza que su naturaleza destructiva carga a cuestas. No los santifica, pero si los libra de pecado, así como ellos lo hicieron con él cuando era niño y le permitieron ser imperfecto porque nadie puede ir en contra de su propia naturaleza.

‘Pearl’ (2022) de Ti West: Un precioso cuentito sobre los terrores de la represión.

Con Pearl, la precuela de X, West deja de lado el slasher para entrar de lleno a los terrenos del thriller psicológico a través de un hermoso cuentito de época que nos puede evocar desde La Cenicienta hasta El Mago de Oz, que se va pudriendo poco a poco y en el que también se da vuelo artístico a nivel estético y en el que pule el estilo audiovisual del que dio vistazos en X. Por Anahí Vargas Carbajal.

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