Hay noticias que no solo informan: abren una grieta en la historia. La compra de Warner Bros. por parte de Netflix es una de ellas. No es exageración decir que se trata del cambio más grande en Hollywood en décadas, un terremoto que reacomoda ventanas de exhibición, modelos de negocio y, sobre todo, la forma en la que entendemos —y consumimos— cine. Lo que hasta ayer parecía un equilibrio forzado entre plataformas, estudios y cadenas de televisión, hoy quedó desmantelado de un solo golpe.

Debe estar conectado para enviar un comentario.