Literatura y vida son dos hilos constantes que van hacia adelante, y parecieran paralelos. Enteramente diferentes e incapaces de chocar en cualquier instante. Llega este hombre de apellido Bolaño y, no sabemos qué día, en qué momento exacto o cuándo lo golpeó la luz amarilla de la idea, pero ese hombre dijo: yo juntaré ambas. Por Roberto Vudoyra.

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