El director sueco Ruben Östlund, ganó su segunda Palma de Oro en el Festival de Cannes con una sátira social tan divertida como incómoda: Triangle of Sadness (2002). Una película que, tras su careta de comedia ácida, provoca una reflexión sobre los temas que más interesan al cineasta: la indiferencia de la burguesía y la falsedad de la sociedad moderna.

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