Empezará entonces el viacrucis de Howard. Un descenso a los infiernos del consumismo norteamericano, con todos los lugares comunes posibles que asustan y encantan al mismo tiempo: los centros comerciales atiborrados, las ofertas increíbles, las filas interminables, la piratería, los santas de Mall, la psicosis colectiva de gente al borde del colapso por conseguir un juguete y un desfile navideño que será la apoteosis en la búsqueda intrínseca del protagonista.
‘Home Alone’ (1990): Kevin McCallister y el júbilo navideño.
Para cuando la película termina, Kevin no es el mismo, su percepción de la vida y de su extraña pero amorosa familia, ha cambiado para siempre. El color rojo de la fotografía que está presente en casi cada plano del film, irradia esa sensación melancólica de una época que es más fácil vivirla y disfrutarla siendo niño.

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