Juan Villoro, escrutador preciso de la metrópoli, entrega un fresco literario donde cabe toda la sociedad mexicana. El otrora Distrito Federal como reflejo del país entero; quienes viven aquí se reconocerán irremediablemente dentro de alguna de las crónicas; los que residen en otros estados se acercarán a la figura enigmática del chilango y a la capital que se expande en medio del embrollo. Una edición de Almadía.

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