Manipulación y fantasía infantil: ‘Veneno para las hadas’ (1986) de Carlos Enrique Taboada.

En esta película Taboada se deshace de lo paranormal y nos deja solamente con hechos que surgen en la mente de sus protagonistas y su fantasía encadenada entre hechizos, brujas y pactos con el diablo. La ambivalencia entre la imaginación y la maldad evidente de Verónica hacen de la trama un choque que viaja entre la desaprobación y el ingenio descarado de la pequeña para salirse con la suya.

Las capas del terror: ‘Más negro que la noche’ (1975) de Carlos Enrique Taboada.

Desde las primeras escenas, Taboada vuelve a situarnos en su territorio favorito: una mansión enorme, cargada de historia, donde las reliquias, los candelabros y las maderas de caoba componen una atmósfera inquietante que parece respirar por sí sola. Antes de eso, sin embargo, nos sorprende con una secuencia de apertura inusualmente “moderna”, donde experimenta con filtros en tonos rojos que, para la época, representaban un intento por explorar los límites del lenguaje visual.

Carlos Enrique Taboada: El Duque del Terror

La temporada spooky comenzó y es el momento perfecto para recordar a Carlos Enrique Taboada y su popular tretralogía de terror con la que logró reinventar el género en una época en donde el cine de ficheras acaparaba las pantallas mexicanas. Por Marisela Sánchez.

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