El cine de terror siempre ha funcionado como un espejo: refleja los miedos, las obsesiones y las ansiedades de cada época. Pocas sagas lo demuestran tan bien como Scream, que desde su debut en 1996 ha convertido la autoconciencia en su sello y el comentario cultural en su motor.
No duermas, tendrás pesadillas… ‘A Nightmare on elm street’.
Wes Craven después de verse involucrado en dos fracasos seguidos en la taquilla, decidió tomarse un descanso para desarrollar una idea que basada en dos eventos reales que encontró. Así nació Freddy Krueger, el asesino de los sueños, personaje que se ganó su lugar en el cine Slasher. Robert Englund, quien lo interpretaría, le dio ese toque cínico, de humor negro que le dio la gran fama y lo posicionó, tal vez, sobre los clásicos Mayers y Voorhes. Por Kike Cinéfilo.

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