Barbie (2023) de Greta Gerwig: Girl Power.

Por Deborah Navarro

Empecemos por el principio ¿qué es Barbie?, o más bien, qué significa Barbie, pues en nuestra infancia, los juguetes que nos rodean ayudan mucho para expresar y comprender emociones; Barbie siempre ha sido una muñeca deseada por la mayoría de las niñas, siendo uno de los primeros modelos para el sexo femenino.

La muñeca de plástico ha sido la protagonista de muchas controversias que se han mencionado a lo largo de la historia; cuando se creó, dio la apariencia de ser la mujer ideal, creando una imagen errónea de cómo debía lucir un cuerpo femenino perfecto, provocando voces a favor y en contra. Pero, también es una muñeca que puede impulsar a cumplir cualquier sueño o meta que cualquiera se proponga.

Después de dar un poco de contexto sobre el juguete, vamos a hablar sobre el fenómeno que representa la película Barbie dirigida por Greta Gerwing, quizá el evento cinematográfico más esperado del verano. Una de las cosas que siempre me pregunto, es si la película funciona, ¿Barbie funciona?, una respuesta corta seria sí, pero, ¿por qué? Se trata de una cinta entretenida, la historia es bonita y es fácil digerirla.

El filme tenía muy altas expectativas por todo el marketing detrás y sinceramente, desde mi punto de vista, esa expectación quedó superada. No me considero una fan de Barbie, sin embargo, la película me gustó; entré a la sala con una idea completamente diferente con la que salí. Pensé que por ser Barbie, y a su vez un símbolo feminista desde 1959 (que fue cuando salió al mercado), el tema del feminismo abarcaría demasiado, pero no fue así. Si bien maneja un discurso fuerte sobre las mujeres y el poder que tenemos, no presiona sobre el tema, por lo que la narrativa fluye divertida y amena.

El diseño de producción está cuidado al máximo, porque muestra objetos relacionados con las diferentes épocas de todas la Barbies del mundo. La fotografía de la película estuvo a cargo de Rodrigo Prieto, el cinefotógrafo mexicano responsable también de Amores Perros (2000) del director Alejando González Iñarritu. Prieto ha trabajado igual con Martin Scorsese y Ang Lee, entre muchos otros. Aquí, lo impresionante es cómo Rodrigo Prieto puede pasar de trabajar con directores de estilo sórdido o violento, a un mundo completamente rosa y feliz, un mundo perfecto, el de Barbie.

La película tiene una duración de dos horas, con un hermoso prólogo en clara referencia a 2001: Odisea del Espacio (1968) del director Stanley Kubrick; después se muestra una larga secuencia donde se presentan a todas las Barbies y Kens que habitan en Barbieland (el mundo ficticio donde se desarrolla la acción), y entre todas las muñecas descubrimos a la protagonista; una Barbie estereotípica en la piel de Margot Robbie. La actriz australiana entrega una actuación precisa a lo largo del metraje, sin caer en lo peligrosamente ridículo que implica interpretar a una muñeca. Robbie consigue en momentos muy puntuales hacernos olvidar que es una actriz interpretando a un personaje, el elemento más importante para un histrión. Un actor/actriz no simula, realmente se adueña y adentra en el personaje.

Nuestra protagonista vive en un universo feliz y perfecto, hasta que su cuerpo y entorno comienzan a cambiar, provocando dudas existenciales que para una simple muñeca, serían impensables. Barbie deberá ir al mundo real para buscar ayuda. Una vez dentro de ese universo, empieza a darse cuenta de que la realidad es compleja, llena de situaciones turbulentas para la mujer. Por su parte, Ken advierte que en este nuevo contexto al que acceden, el hombre tiene mayor poder; descubre un machismo arraigado (todo lo contrario de Barbieland), incitando ideas que serán cruciales para Ken, poniendo en riesgo el impecable y estilizado mundo de Barbie.

El personaje al que da vida la actriz America Ferrera, es una madre ejecutiva que está agobiada por no poder acercarse a su hija adolescente, careciendo de puntos en común. Ferrara es la encargada de entregar un emotivo monólogo sobre lo que significa ser mujer en la actualidad, puntualizando en aquellas ocasiones en que nos hemos sentido mal con nosotras mismas por las críticas alrededor y la falta de igualdad. Se trata de uno de los momentos más importantes y de mayor trascendencia en Barbie.

Debo decir, que realmente no me consideraba feminista, porque no entendía en su complejidad el significado, y las personas a mi alrededor, no me daban las mejores explicaciones. Un buen día, me encontré con un libro maravilloso: Teoría King Kong (2006) de Virginie Despentes, un manifiesto que explica puntual el lugar y alcance del poder femenino. Despentes define cómo es una mujer realmente: es ambiciosa, independiente, sensual, sabe seducir, amar y disfruta su sexualidad. Cierto que a muchos hombres puede no gustarles ese ¨tipo¨ de mujer, representando una amenaza cuando se demuestra que no los necesitamos siempre y que no pueden someternos. Barbie de Greta Gerwig, más que nunca expone y expande ese discurso: sé lo que tú quieras ser. Un filme necesario en los tiempos que corren.

“Los tíos siempre tienen miedo de las chicas con una personalidad fuerte.”

 -Virginie Despentes-

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