Diariamente experimentamos cientos de momentos, algunos inocuos otras de gran importancia, pero para Constance D’Arcy el 26 de diciembre de 2038 será el último día que recordará antes de ser despertada en Palingénesis, una clínica de clonación humana. En un futuro, no tan lejano, la clonación es posible y una guerra por el conocimiento de la inmortalidad se está gestando.
Constance, thriller escrito por Matthew FitzSimmons nos acerca a las complejidades científicas, éticas, morales y políticas de la clonación en humanos. Constance, o Con como prefiere que la llamen, esta en medio de un gran meollo, acaba de despertar en Palingénesis y los recuerdos que tiene son de hace 18 meses atrás, ¿cómo es esto posible? Además, debe descifrar si está muerta o no, todo indicaría que sí, pues ella no podría estar viva si su contraparte original lo estuviera. Sin embargo, el cuerpo de su original no aparece, y varias personas quieren tener acceso a lo que su mente esconde y a la razón por la que ella esta viva. Es una carrera por conocer la verdad mientras Con debe replantearse su identidad como clon de Constance D’Arcy.
Con un ritmo audaz que evita que pares de leer, además de estar especulando durante todo el tiempo sobre quien dice o no la verdad, Matthew FitzSimmons nos lleva a conocer un futuro tecnológico donde no existen los teléfonos inteligentes sino los DCL, la impresora de comida es lo más común del mundo y es más fácil y rápido cambiarle la batería a tu auto que ponerla a cargar. No se puede pedir un futuro más interesante.
Constance es un libro que tanto fanáticos de la ciencia ficción como a los no tan entusiastas les gustara, la profundidad que tiene Con como personaje y su historia de vida hace que como lectores empaticemos con ella. Además, el navegar en los entresijos del mundo de los negocios y la ciencia podría revelarnos la verdadera naturaleza humana.
Y es que ¿quién no quiere vivir para siempre?
Jeraldyn Sierra Castro es geógrafa de profesión, pero una gran apasionada del arte en todas sus expresiones, aunque su gran debilidad es la literatura. Su amor por los libros nació en 2014 con «A sangre Fría» de Truman Capote y desde allí no ha vuelto a ser la misma. Entusiasta por conocer nuevas historias y personajes que le permitan decir «un capitulo más y me voy a dormir». Le encantan los girasoles, el café y pintar.
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