Crónicas Neptunianas en Ámsterdam I: Eye Film Museum

Por Aura Metzeri Altamirano Solar.

¡Les doy la bienvenida a las crónicas Neptunianas en Ámsterdam!
He decidido abrir este nuevo espacio para compartir parte de mi historia en esta ciudad de canales, museos, frío y un sentido expansivo que me ha dejado impresionada. ¿Por qué neptunianas? Las tierras del arte son tierras, o más bien mares del ensueño, de la ilusión, del espíritu atravesado por la materia, como bien expresa aquél viejo glifo del planeta de los místicos, de la locura, los artistas y demás estados espirituales que varían del mayor grado de iluminación hasta llegar al otro lado de la gradiente, la confusión y la locura. Encontramos que el ser humano se encuentra pendulando de uno a otro lado, más aún cuando la sensibilidad se exalta por medio del arte y las emociones, he de ahí el nombre. Trataremos de conciliar los conceptos esotéricos con mi vivencia inmediata y adentrarnos en el pináculo de la creación humana.

El día en que he iniciado estas crónicas, me he encontrado con la carta que da inicio a los nuevos proyectos, que nos hace reconocer las fuerzas que hemos acumulado para unir cielo con tierra: El arcano del Mago, aquél que domina sus elementos, ha aparecido de forma amable cuando comienzan mis visitas a los museos y lugares icónicos de tan preciada ciudad. 

Una lluvia ligera me acompaña en el paseo en bicicleta. Es un día relativamente decente, estuvimos casi todo el día con once grados, nada mal para mitades de Noviembre , por lo que he escuchado. Encuentro lugar en uno de los tantos estacionamientos que esta ciudad, amante de las bicicletas, tiene destinado para dicho transporte tan práctico e ingenioso, llego al Eye Film Museum, me parece interesante que, justamente el primer museo que visite, sea uno relacionado con una de mis mayores pasiones, el cine, las narrativas. Se siente como una pequeña cápsula a través de la cual puedo viajar a distintos mundos. Compré la museum card, pequeño aparato plástico en el que se basarán las siguientes crónicas. En tiempos convulsos, como los llamaría ahora, plutonianos, infernales, el arte extiende sus brazos hacia mí como un bálsamo bendito, dentro de mi corta estancia en esta ciudad de canales, cannabis y distintos placeres que combinan lo bestial y lo racional en medidas justas. 

No esperaba entrar al museo, tan solo comprar la tarjeta, no obstante, tras una invitación amable, decidí hacer una visita rápida a la exposición permanente y a la temporal. What is film? es un recopilado increíble de la historia del cine a través del tiempo, el movimiento de las imágenes, el sueño de todo mago medieval, va avanzando desde distintos aparatos de movimientos sencillos hasta las complejas y precisas cámaras digitales con las que contamos hoy en día. No he dado un paseo realmente largo ni detenido, tan solo una pequeña pesquisa de lo que vendrá por esta inversión dada como medicina al alma rota que abunda tanto en mí, como en tantos otros seres humanos. 

“Aún así, los filmes son también fantasía, la representación de la visión del artista. Filme es la ilusión que estás dispuesto a creer.”

La exposición temporal resulta en una exquisita pasarela de colores, sonidos  y encuentros con lo surreal, la narrativa disminuye su efecto con el cine norteamericano avant garde, la vanguardia , lo underground, lo extraño. Términos con los que encuentro una familiaridad enorme, en una tradición pútrida e inequívocamente obsoleta, ha resultado siempre indispensable la crítica, la revancha, la innovación y una búsqueda más profunda del sentido en el sinsentido. Así, me adentro en una serie de experimentos, técnicas y propuestas nuevas que, además de retar a las narrativas de la época (que son tristemente válidas al día de hoy) , que me hacen cuestionar el propósito del arte, ¿El arte es herramienta de rebelión, liberación? Creo que, en un sentido, el propósito de mantener el espíritu humano vivo se ha mantenido, pero las ideas, pertenecientes a grados utópicos se encuentran muy lejanas en su materialización.

Escribiré más detalles en una segunda visita. 

En esta segunda visita, pienso en la sincronicidad que me ha llevado a escoger este primer museo como punto de partida, debo admitir que algo propio de quienes nos adentramos en la cotidianeidad en el extranjero, es la constante pérdida y ganancia, adherimos con una lentitud inexacta diversos hábitos, sabores, olores y nuevos espíritus de la tierra que visitamos, así pues, encuentro una versión mía un tanto menos melancólica y más activa, me acompaña el impulso de los bastos, del fuego, como ya hemos dicho en la introducción a esta serie de crónicas, El Mago, figura primordial y arcano que ilustra la correspondencia, la unión de lo terrenal y lo divino. Eye Film Museum se constituye como una gran cápsula visual y auditiva, una especie de útero que me lleva a reflexionar sobre el impacto de las narrativas. Desde la primera visita, me encontré con esta imagen abandonada, sin inscripción y cuyo espíritu me recuerda a las láminas de los alquimistas, inevitablemente capturó mi atención y me parece más que pertinente agregarla aquí con la inscripción traducida:

“¿Qué tipo de películas transportan las imágenes en el viento, qué tipo de paquetes llevan?”

Es imperante aclarar entonces, la naturaleza del cine como una expansiva , aquella lámina, parte de teorías medievales sobre la visión, expresa una verdad que fue manifiesta con el tiempo, la cinemática, imagen en movimiento, lleva a cierto grado de concreción o materialidad las ideas humanas, funge como una especie de crisol. La fascinación hacia esa fantasía que estamos dispuestos a creer, hace de este museo una plataforma de salto hacia distintas narrativas, esto queda perfectamente ilustrado en la sala “Film Catcher” , parte de la exposición permanente, donde uno puede buscar fotogramas por temática para después encontrar más información sobre la película y disfrutarla.

Ante esto, declararé la importancia del concepto hinduista del “Maya” o ilusión, como seres humanos, nos encontramos en un estado sumamente sensitivo, el alma o personalidad, bien puede ser influenciada por el consumo de imágenes, narrativas y distintos personajes que se le presenten, así, esta segunda visita, me hace consolidar la idea que tengo sobre este lugar, una matriz de la cual se puede observar al hombre, poniendo una capa más de ilusión sobre su capacidad sensorial, para despertar, de manera paradójica, nuevas realidades. El cine, como todo arte, no cumple con una función que espejee de manera llana a la realidad, aquí cabe recordar el principio Hermético de Correspondencia, si bien existen similitudes y cierta acción reflectiva, el cine debe actuar como catalizador para la transformación del contexto humano, vemos que así, éste ciclo realidad/ ficción se retroalimenta, buscando despertar a nuevas experiencias, más cercanas a la verdadera naturaleza de la realidad.

Con respecto a la exposición temporal en esta segunda visita, seguiré ahondando en la importancia y correspondencia que existe entre estos dos planos. La actitud reaccionaria, revolucionaria y bueno pues, no me queda otra que recurrir a mis queridos términos astrológicos, acuariana, forma parte crucial para comprender el espíritu de la vanguardia. El espíritu de los Estados Unidos postguerra inclina hacia la decadencia, el hartazgo hacia la violencia, el consumismo desmedido y las mentiras plásticas otorgadas por las narrativas de la época, dieron como resultado un discurso nuevo para el cine , entre diversas figuras como Jonas Mekas, Marie Menken y Yayoi Kusama (entre otras) , donde se criticaba duramente al cine plástico, al discurso “moral y estéticamente corrupto” , se presentan nuevas técnicas y se abre el panorama a diversas formas de arte , donde la figura central, ya no son los intereses corporativos, el intento pobre por mantener a la población bajo un efecto de adormecimiento por medio de películas y narrativas edulcoradas, utilizando de forma negativa el principio de la ilusión o “Maya” que genera el cine, como hemos explicado antes. En esta exposición, me encontré rodeada de un arte sumamente visceral, reactivo y surrealista.

El principio del arte , como crítica y herramienta de transformación, cobra un sentido muy patente en el escenario de los 60’, es así que observamos el trabajo a través de diversas temáticas, algunas masomenos concretas, catárticas (tal es el caso de Yayoi Kusama, quien retrataba la naturaleza de sus alucinaciones), la escena psicodélica de los años 60 y la exploración de lo surreal ( de lo cual debo admitir, disfruté especialmente “Looking for mushrooms” de Bruce Conner) y otras que exploran plenamente la naturaleza del color y la forma en movimiento, como lo visto con Marie Menken. 

Establecer nuevas bases para la creación, resulta en una tarea ardua, una transformación profunda se requiere para destruir estructuras obsoletas y caducas en el contexto humano, la vanguardia demuestra que, a través de la pérdida incluso , de una línea narrativa concreta, se abre la posibilidad para volver a centrar el arte como producto de la necesidad del individuo humano, sirviendo al alma individual y dejando de ser únicamente un medio más para la producción económica. Es necesario en ciertos momentos, ahondar en el aparente caos para que el ser humano reencuentre en lo abismal, parte de la esencia perdida por la violencia, el trauma, la guerra y tantas más desazones y componentes de la decadencia. Quien explora el arte y logra la transformación, se convierte en un Psicopompo, una guía del alma quien ahonda en el caos para recobrar el hilo, el sentido, finalmente, la cordura. 

Sin duda alguna, Eye Film Museum, el deleite visual que me recuerda mi condición de viajera en más de un sentido, ha sido una experiencia interesante, una plataforma de salto para colocarme en nuevas narrativas, mientras desempeño una cotidianeidad donde me acostumbro al frío húmedo y al espíritu particular de Ámsterdam, por ahí en el fondo, se mueven nuevas imágenes y posibilidades, la pérdida y la ganancia del viajero conformar una dualidad constante. Gracias por acompañarme en esta primera crónica Neptuniana, nos veremos en una próxima nueva entrega.

Aura Metzeri Altamirano Solar es estudiante eterna del arte de la vida. Se especializa en astrología y filosofía hermética. Nacida en México, hija de dos patrias y ciudadana del mundo. Amante de los libros, la astrología, el arte y los animales, disfruta mucho de estudiar y pasar un buen tiempo en la naturaleza. Puedes seguirla en Instagram como @aura_metzeriana y escuchar el podcast ‘La pluma del Chamán’ dando click aquí.