La Identidad del Héroe: ‘Spider-Man: Into the Spider-Verse’ (2018).

Por Saúl Durán.

Sony Pictures Animation ha tenido un recorrido curioso dentro del cine. Comenzó su estudio en 2006 con Open Season (Amigos Salvajes en Latinoamérica) y desde entonces no ha tenido mucho éxito cuando se habla de la crítica especializada. Tienen productos muy destacables en su catálogo como Cloudy with a Chance of Meatballs (Lluvia de Hamburguesas) o The Mitchells vs. The Machines, pero hay algo que estas dos tienen en común, y es que dentro de su creación estuvieron involucradas dos personas: Phil Lord y Christopher Miller. Un par que casi siempre se une dentro de sus filmografías siendo este el caso de la película Spider-Man: Into the Spider-Verse, dando pie a la siguiente cuestión: ¿Qué es Spider-Man? O, mejor dicho, ¿Quién es Spider-Man? ¿Es un tipo con poderes de araña que salva a la gente y lucha contra amenazas tan ficticias como él mismo? Tal vez, pero como en todo libro esa es solo la suposición que damos al título de la portada antes de leer su contenido.

Spider-Man es cualquier ser humano con consciencia que tú puedas imaginar. Puede ser tu madre, tu padre, un chico de las afueras e incluso tú. Esta es una figura creada por todos aquellos quienes llevan una responsabilidad, porque viéndolo en retrospectiva no hay un Spider sin un Man, no existen los poderes sin aquel que los use, no hay una máscara sin un portador que la utilice y no se tiene una historia con los elementos que la caracterizan sin una persona que decide el camino que elige para su vida, sin importar cuán irreal o ficticio pueda lucir a veces.

Stan Lee y Steve Ditko siempre tuvieron esta mentalidad desde el momento en que lo crearon, apareciendo por primera vez en Amazing Fantasy (1962) #15, y desde entonces se ha manejado desde muchos puntos de vista increíbles en varios medios. Desde su primer cómic o en Spider-Man: Life Story, la serie animada de los 90s y The Spectacular Spider-Man (2008-2009), Marvel´s Spider-Man (PS4), Spider-Man 1 y 2 de Sam Raimi y una película animada estrenada a finales de 2018 cuyo protagonista es diferente y similar a nosotros al mismo tiempo: Miles Morales.


Este es un chico afrolatino de Brooklyn quien de forma repentina tiene que cargar con una responsabilidad en sus hombros que no cree poder completar por su cuenta en un principio (en resumen, salvar su universo). Es muy inteligente, creativo y capaz de solucionar problemas por su cuenta, pero sus dificultades para socializar son visibles desde los primeros minutos que aparece en pantalla, siendo también un poco tímido y buscando evitar los conflictos de ser posible. No es hasta que la vida lo presiona de la nada, que es forzado a decidir tomar acción, pero sin saber cómo continuar. He ahí donde entran nuevos conocidos en su vida quienes le harán entender que todo depende de sí mismo y nadie más.

El que nos muestren una versión diferente de aquel que usa la máscara nos añade una percepción distinta del personaje teniendo como demostración el cómo Miles es único a cualquier otro ser humano que se encuentre allá afuera, y sin embargo, también podemos encontrar sus similitudes dentro de nosotros, ya que, aunque el peso que él lleve se torne aún más complicado durante el transcurso de la película después de perder cosas que ama (su tío Aaron, como ejemplo) y con el pensamiento constante de que ha fallado (a él mismo y a todos quienes le rodean y forman su vida), siempre existirá al menos una persona que le recuerde de forma consciente o inconsciente lo especial y valioso que puede ser, siendo el caso de sus otras versiones provenientes del Spider-Verse. Después de todo cuando nos sentimos sin esperanza o en soledad, es vital recordar la existencia de muchos afuera que de una u otra forma han pasado por lo mismo que nosotros y han sabido continuar con sus vidas, remontándonos principalmente a dos arcos de personaje en este filme pertenecientes a Gwen Stacy y Peter B. Parker.


Gwen es una baterista que, además de saber balé, ha salvado muchas vidas, pero su constante culpa indebida por la muerte de su mejor amigo le hizo imposible vivir una vida social como lo fue antes para ella, y Peter B. es una versión mayor, más relajada y con más años de experiencia del Peter que usualmente tenemos en mente. Su tía May (su mayor figura materna) falleció, tomó malas decisiones como héroe, se divorció y dejó de cuidarse a sí mismo y evitar sus responsabilidades en los dos lados de su vida por no saber cómo seguir adelante. Miles es, así como lo fueron ellos para él, la persona que les recordó que todo se trata de dar un salto de fe, lo que en otras palabras quiere decir, que no sabrás cómo encontrar la solución hasta que la intentes buscar.

Así es como llegamos a una escena crucial del metraje donde Miles va a comprar un disfraz del trepamuros debido a la muerte del Spider-Man de su universo y como una especie de paso de antorcha para él en forma de un traje barato, preguntando si lo puede devolver si no le queda. El dueño de la tienda (curiosamente, el mismo Stan Lee) dice una frase que es muy graciosa puesta en contexto, pero haciendo una introspección, tiene mucho sentido con lo que buscan decir: “It always fits… eventually” (“Siempre queda… eventualmente”).

Dicho todo esto, podemos llegar a la reflexión de que sin importar cuántas veces fallemos en la búsqueda para llegar a una meta o cuán ansiosos y abrumados nos encontremos en momentos de ira, miedo y tristeza, siempre debemos levantarnos y volver a intentarlo, y que si llegamos a caer de nuevo, hay que hacerlo una y otra, y otra, y otra, y otra vez hasta lograrlo, porque todos merecemos la oportunidad de relatar nuestra historia en este mundo teniendo la capacidad y habilidad para conseguir lo que deseamos con la suficiente claridad y consciencia detrás para apoyarnos. Teniendo prueba de esto, Miles Morales como el nuevo Hombre Araña, quien durante los últimos minutos de la cinta finaliza su arco de desarrollo hablándole al espectador en un fragmento de su monólogo: «Cualquiera puede usar la máscara… TÚ puedes usar la máscara… Y si no sabías eso antes… Espero que ahora sí».

Esto es quién Spider-Man es en realidad, y esta es la verdadera identidad detrás de Spider-Man: Into the Spider-Verse.

Saúl Durán tiene 20 años y actualmente estudia en la Universidad Autónoma de Chihuahua el tercer semestre de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación. Entre sus hobbies están el ver cine y televisión, además de escuchar música. Se considera inteligente, creativo, amable, sincero y busca abrirse a nuevas experiencias. Ha viajado a muchos lados del mundo como Canadá, Perú, San Francisco, Los Ángeles, Nueva york y Yucatán. Espera algún día visitar Europa.


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