El ambiente, filmado casi por completo en Tepotzotlán; la atmósfera totalmente sumergida en el suspenso y enmarcada en la época de la Revolución —haciendo eco con la música de la época y el lenguaje coloquial que usan sus personajes—, me recordó a los Cuentos de la Revolución por el retrato del hombre rural, hosco, curtido a los rayos del sol y las carencias. Varias de las tomas reflejan fielmente la clásica imagen de la época de conmoción social.
Manipulación y fantasía infantil: ‘Veneno para las hadas’ (1986) de Carlos Enrique Taboada.
En esta película Taboada se deshace de lo paranormal y nos deja solamente con hechos que surgen en la mente de sus protagonistas y su fantasía encadenada entre hechizos, brujas y pactos con el diablo. La ambivalencia entre la imaginación y la maldad evidente de Verónica hacen de la trama un choque que viaja entre la desaprobación y el ingenio descarado de la pequeña para salirse con la suya.

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