‘La Paloma’ (1987) de Patrick Süskind: El poder de una narrativa claustrofóbica.

Por Enrique Quintana.

Toda persona tiene un momento en su vida en que se le hace inevitable cuestionarse acerca de su existencia, de su razón de ser y vivir, y esos momentos suelen tener lugar y formas inesperadas, lo cual hace que sean muchas veces situaciones en apariencia inofensivas o intrascendentes.

Pues bien, nuestro protagonista Jonathan Noel es un hombre ordinario, quien tuvo una niñez miserable, un matrimonio fracasado, combatió en la segunda guerra mundial, y ya en sus años de cercanía a la vejez, logra encontrar paz y regocijo como guardia de seguridad en un banco, y viviendo en una habitación pequeña en Paris, la cual ocupa durante más de 30 años.

Una vida monótona, llena de pequeñas y satisfactorias rutinas, hacen de Jonathan un tipo feliz y pleno, hasta que un día cuando se disponía a salir de su cuarto para ir a trabajar, se encuentra una paloma posada frente a la puerta de su habitación, lo cual desencadena en él de forma inesperada e inexplicable un terrible ataque de ansiedad y psicosis.

Este incidente lo obliga a entrar nuevamente a su cuarto, y todo empieza a desmoronarse, ya no puede seguir viviendo ahí mientras ese maldito animal esté afuera, lo mejor es irse y vivir lejos, empaca sus maletas, toma sus ahorros, se arma de valor y como puede logra salir presa del pánico, pero llega tarde a su trabajo, lo cual nunca había pasado, está todo el día distraído, todas sus rutinas se trastocan, se le rompe el pantalón, se equivoca, todo sale mal, ¿seguirá la paloma afuera de su cuarto?, nada tiene sentido, la frustración se vuelve rabia, ira, odio!!!

Aquí me detengo, este libro es realmente claustrofóbico, es imposible no agonizar con Jonathan, falta el aire y marea el frenético ritmo de los hechos, poco más de 100 páginas contienen un remolino de emociones, es una obra poderosa desde cualquier punto de vista.

La fragilidad humana queda expuesta en su plenitud, somos seres que buscamos seguridad en rutinas y personas, hacemos de la estabilidad nuestro refugio, y nos negamos a ver que hay hechos imprevisibles e irresistibles que pueden hacer cambiar nuestro mundo, y este libro justamente plantea eso.

Me maravilló esta obra, hay historias que buscan entretener, y otras hacer pensar, y sin duda esta es de las segundas, la recomiendo mucho, sobre todo a aquellos que conocen y les gusta la obra de Kafka, aquí encontrarán seguro lugares comunes, pero no creo que agradables.

Enrique Quintana López nació en 1984 en Barranquilla, Colombia. Es abogado de profesión y lector por vocación, coanfitrión del podcast Relato Iniciado.