La vida a los 23: una perspectiva personal sobre crecer y avanzar…

Por Eli Montelongo.

Nadie te quiere cuando tienes 23…

Y mientras estaba sentada en una cafetería, después de hacer ejercicio, y en un intento de romantizar mi vida, no pude evitar preguntarme “¿Esto es mi vida?”.

Cumplir 23 años. ¿Sabían que esa era la edad que tenía Ian Curtis, vocalista de Joy Division, cuando se suicidó? Blink-182 menciona que nadie te quiere cuando tienes 23. La canción Right where you left me menciona que “ella todavía tiene 23 en su fantasía”. Solo has subido tres escalones del segundo piso, quedan 7 para llegar al tercero y comenzar a cuestionarse si esa es la vida que esperabas (si no es que ya lo estás haciendo).

Conforme pasan los años me sigue aterrando crecer, o probablemente lo que me aterra es comenzar a tener más responsabilidades. A veces pienso que soy demasiado independiente y solo quisiera que me acunaran un momento pero ¡Oh sorpresa! estoy en mis 20’s, que voy a saber de verdaderas responsabilidades. La voz de mi mamá resuena en mi cabeza y me dice “¿De qué te preocupas?” Y SÍ. Soy joven. Tengo energía. Mi cuerpo está completo. Tengo cierto privilegio, pero lo que siempre decido es preocuparme. ¿Qué haré al día siguiente? ¿Por qué no estoy estudiando ya? Tengo muchos apuntes que rehacer, y dentro de dos meses los volveré a hacer porque así soy yo. ¿Y dentro de seis meses, dónde estaré? Tengo que comenzar a ver lo de mi servicio social aunque claramente las decisiones que tome hoy serán diferentes a las de los próximos meses, incluso días. ¿Cómo voy a pagar el siguiente concierto al que quiero ir aunque no sepa cuál será? ¿Cómo me veré dentro de dos semanas? ¿Y si no encuentro el amor este año? ¿Y si no viajo? No practiqué con la guitarra hoy, no seré buena mañana. Es jueves, cómo voy a volver a empezar un jueves, nah mejor el lunes. Descender en la espiral de la ansiedad es mi deporte. Siempre me digo que tengo que vivir el presente pero no puedo evitar pensar en mañana, y mañana, y mañana. ¿Estos son los 20’s?

Mis lecturas actuales las describiría con un título que vi en goodreads: Women vs the void. Autoras que hablan sobre chicas veinteañeras constantemente siendo absorbidas por la desesperación, el fatalismo. Exacto, femme fatale. Las protagonistas tienen una belleza natural, un aura impecable, pero también una tristeza profunda, comenten acciones cuestionables y se hunden en la catástrofe que es su mente. ¿Por qué ser adulto joven tiene que ser así? En retrospectiva, acabo de dejar los 22 y fue probablemente el mejor año de mi vida. Nunca había sentido, experimentado, vivido tanto como ese año. Los 22 fue el punto donde dije “Wow, quiero estar aquí siempre”. Pero Lana del Rey lo dijo, ¿me amarías aún cuando ya no sea joven ni bella?

En navidad, una de mis amigas nos compartió lo que le dijo su psicóloga y fue un golpe de realidad para mi: “Ya no tienes 17, ya no puedes comerte el mundo como antes”. ¿Ya no tengo 17? Cierto, la pandemia también me robó un pedazo de tiempo. Pero es duro saberlo. ¿Por qué ya no sueño como a esa edad? Respuesta: tengo otra mentalidad. De los 17 a los 23 tal vez no exista una brecha tan grande pero se ha sentido. Es como cuando ves fotos viejas y ya no te reconoces. Porque creces. Los años no se paran. Que terror, la vida se va como agua entre las manos. Alguna vez, cierta popstar rubia mundialmente famosa dijo que la mala noticia era que ahora estabas por tu cuenta, pero la maravillosa noticia ¡era que ahora estabas por tu cuenta! ¿Me tengo que hacer cargo de mí misma? Ojalá pudiera rebobinar el tiempo y regresar a cuando me encerraba para ver Gossip Girl con una crepa de pizza para luego leer Wattpad hasta las 4 am.

¿Saben qué? Basta de tanto fatalismo. Si no hubiera crecido nunca hubiera podido bailar hasta cansarme en un antro, nunca hubiera cumplido mi sueño de estudiar en la universidad, jamás hubiera podido presumirles a todos mi ID, no me hubieran roto el corazón una y otra vez, no hubiera tomado malas decisiones financieras y reírme (o preocuparme) de ello. No entendería Sex and the city, no romantizaría mi vida al caminar por la ciudad. No estaría ansiosa por tener “30, ser coqueta y próspera”. No escribiría este tipo de cosas.

Tal vez solo estoy delirando el día de mi cumpleaños. Siempre me preocupo porque todo en este día salga a la perfección. Aún así, que miedo tener 23, ya suena más serio. Solo espero que sea una maravillosa nueva vuelta al sol.

Elizabeth «Eli» Morales es originaria de la Ciudad de México. Fanática de David Fincher y Mike Flanagan. Amante del true crime, del misterio y del romance. Devoradora de cualquier contenido sobre vampiros. La mayor parte del tiempo está leyendo algo, paseando por la ciudad o escuchando música, en su mayoría del género rock/indie. Le gusta compartir sus gustos literarios/cinéfilos/musicales en Instagram (@its_elimm), tiktok (@elimm06) y letterboxd (@elimm30). Editora en Kinema Books.


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