Algunas de las situaciones y personas más bonitas que llegan a nuestra vida, aparecen por casualidad. Así me sucedió con Mariana Cano Guerra, escritora, psicóloga y madre. Una mujer auténtica, amable, luminosa, talentosa, empática; que transmite mucha paz y confianza. Desde muy pequeña descubrió su amor por las letras y gracias a eso, llegó su primera novela: Mujeres Migrantes.
El libro se centra principalmente en Janina Jasinski, originaria de Polonia, que en el estallido de la segunda guerra mundial (1939) tiene que huir para buscar refugio. A los dos años de edad llega a Argentina, sostenida por los brazos de su padre.

De la mano de Janina, y mediante flashbacks iremos recorriendo las calles de Jujuy, dónde crecerá segura y amada por su padre, en esa llamada Tacita de plata (que se vuelve otro personaje de la historia). Gracias a su mirada curiosa conoceremos a estás Mujeres Migrantes, que se irán cruzando por su camino e irán dejando huellas imborrables en su vida.
Pero también la acompañaremos a adentrarnos en sus recuerdos, y anhelos más íntimos. Una historia de resiliencia, lucha, migración, esperanza y sobre todo, una hermosa historia de amor. Es gracias a la descripción de los detalles y la forma en que se nos van presentando cada uno de los personajes, que esta novela se vuelve entrañable, y se queda en tu corazón.
En esta bella entrevista que me concedió, podremos conocer un poco más sobre ella y el proceso que ha vivido para llegar a ser la escritora en la que se ha convertido.
¡Muy agradecida por la entrevista, Mariana! Por favor cuéntanos ¿Quién es Mariana Cano Guerra?
Mariana es una mujer de treinta y dos años, nacida en México, residente en Argentina; quizá esa sería la respuesta básica, sin embargo, existen diversas versiones de mí, trozos de un todo. Mariana es madre, también escritora, también psicóloga, también esposa, mujer romántica que sigue creyendo en el matrimonio, desde un lugar de identidad individual y complementaria. Mariana también ama la docencia y crea talleres para mantenerse dentro del ámbito laboral cotidiano, adora escuchar, comprender.
La escritura es un trabajo constante y complejo; Mariana es una mujer que adora la música como fuente de inspiración para algunas letras, y es amante del silencio a su vez. Mariana es esa mujer alegre, risueña, bromista, juguetona, pero también es la mujer que se convierte en fuego cuando el dolor parece injusto y las acciones, desordenadas. Busca y encuentra cada tanto respuestas a sus preguntas trascendentales, tales como ¿habré hecho bien en mudarme de país?, ¿el amor lo será todo, siempre?, ¿qué sigue después del incendio?
Pero si queremos resumir, Mariana es una mujer amable, amorosa, empática, justa y respetuosa de otros procesos y en aprendizaje de los propios; escritora, madre orgullosa y adoradora de sus creaciones, esposa enamorada de un par de ojos color miel, psicóloga y ser en evolución constante.

¿Recuerdas en qué momento nació tu amor por la escritura?
Siempre me gustó escribir, siempre encontré en las letras la voz que no salía de mi garganta, quizá porque no me sentía escuchada, quizá porque alguna vez creí no encontrarme con las palabras precisas para decir en voz alta.
Recuerdo la mañana en que escribí mi primer cuento: La escuela sin la maestra, hablaba sobre una niña que la pasaba mal en la época en que su maestra titular fue sustituida, debido a una baja por enfermedad, por otra profesora.
Después, ese cuento salió publicado en un libro que compilaba cientos de escritos similares, había sido un proyecto escolar, de esos que a algunos no les importa en lo más mínimo, pero que a mí, con mi nombre impreso bajo un cuento mal narrado, me pareció ser el inicio de un camino de luz que no he dejado de andar.
Después, mi primera novela escrita (pero que nunca publicaré), cabrona de mi vida, en un descargo de más de ochenta páginas, me mostró que no era sólo un gusto, sino que tenía capacidad para la escritura fluida.
¿Qué escritoras o escritores admiras?
Admiro mucho a las escritoras que se animan a hablar de temas que, por su contexto e historia personal, pero también por la época en la que forjaron su carácter, era (es) considerado tabú.
Dolores Reyes, una argentina que movió mucho con sus novelas recientes; Ester Vivas, española, con un nuevo enfoque hacia la maternidad. Escritoras actuales y reales que no temen mostrar lo que tienen para decir.
Isabel Allende, Ángeles Mastretta, Marcela Serrano, fueron quienes me ayudaron a amar las novelas y a sentirme cómoda en el papel de escritora.

¿Qué te impulsó a escribir Mujeres Migrantes?
Sentía un profundo impulso por sacar de mi sistema el dolor que nace de una decisión tan fuerte como lo es mudarse de país. Busqué, de manera inconsciente, mujeres que también vivieron historias de desarraigo.
También es una deuda que tenía conmigo misma: poder escribir una novela publicable. El impulso mayor viene de mi necesidad, como madre, de demostrar que se puede lograr un sueño propio a la par que creas vida y te entregas en cuerpo, mente y alma.
Siempre quise encontrarme con mi versión como escritora, quise conocer quién sería si me dedicaba a las letras, qué pasaría si me lanzaba. Acá estoy, orgullosa del camino que abrió Mujeres migrantes en mi vida.
¿De dónde surgió la inspiración de estas Mujeres Migrantes que aparecen a lo largo de tu novela?
La primera mujer que aparece es un personaje real que conocí durante pocos minutos y su tristeza me invadió y me dejó pensando mucho en ella, todos los detalles que surgieron de su encuentro, su historia, y demás son ficción, le inventé una historia de desenlace feliz para mi paz mental; jamás coincidí de nuevo con ella.
Janina, la protagonista, está inspirada en las ancianas que vi en La placita de los leones, que es una plaza muy conocida en la ciudad donde resido, y en la cual hay muchas personas de la tercera edad con sus cuidadoras. Un día me pregunté qué nos contarían si los escucháramos realmente. De ahí nace su ficción, todos los datos e información fue creada por mí. Aunque hay algunos personajes que están inspirados en personas reales, lo que comparto de ellos es mera invención mía.
Como dato curioso, hay siempre un personaje que se parece a mí (o podría ser yo), escondido en mis narraciones, quienes me conocen bien lo van a identificar inmediatamente; también está escondido mi personaje (o inspiración de él) en la novela que estoy escribiendo ahora.

Dicen que no se debe juzgar a un libro por su portada, personalmente fue algo que me llamó muchísimo la atención desde que lo ví, pues tiene una ilustración muy bella. Déjame contarte que varias personas que lo han visto me han comentado lo mismo ¿Quién es responsable de la hermosa portada?
Mi hermano, Manuel Cano, es el responsable de la portada. Siempre admiré mucho su arte, dibujaba, pintaba y creaba todo tipo de arte desde muy chico. Quise que fuera una persona que me conociera tanto y no hubo ni momento para duda, tenía que ser él, mi Manolo, quien ha sido testigo de todo mi crecimiento personal y profesional, y yo de él.
Aceptó de inmediato cuando le pregunté y recuerdo que trabajamos contrarreloj porque necesitábamos enviar el archivo en cuánto antes. Él no había leído el libro y le envié un audio contándole generalidades, comprendió la esencia y me entregó una ilustración perfecta, totalmente sincronizada con la historia, los colores y todo lo que evoca.
Para finalizar Mariana, agradezco muchísimo la entrevista y me gustaría que nos compartieras ¿Qué otros proyectos tienes en puerta? Y te agradecería mucho si nos compartes tus redes sociales para seguir al pendiente de ti.
Gracias a ti por este espacio en dónde me permití ser yo y compartirme.
En próximos proyectos literarios, estoy escribiendo mi segunda novela que publicaré, espero, para fin de año.
Me pueden encontrar como escritora.improvisada en Instagram.
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Gracias por compartir este hermoso perfil y entrevista con Mariana Cano Guerra. Su historia y sensibilidad reflejan el poder de la escritura como puente para sanar y conectar con el pasado y el presente, especialmente en temas tan profundos como la migración, la identidad y el amor.
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