Por Roberto Vudoyra.
Entre los recuerdos más difusos de mi infancia, se encuentran escenas de esta película. Más que nada, del gran clímax. Para mí había llegado a ser emocionante ver en la pantalla a ese hombre malévolo de piel roja con negro y cuernos, batirse a sablazos de luz contra el maestro jedi de cabello largo y su alumno. Aunque no entendiera nada; y durante años no entendí nada de la película, quiénes eran o por qué estaban ahí. Ni de todos estos elementos que se conformaban para dónde iban. De hecho: me daban muchísima flojera, a mí solo me gustaba esa secuencia y ya. Lo demás era representación de: aburrimiento.
Conforme pasaron los años, jamás dejé de tenerle cariño a esa película. Y eventualmente estos recuerdos se seguían presentando en mi cabeza, y se mezclaban con otras cosas que leía o escuchaba sobre esta saga de películas u otras experiencias derivadas de esta. Así que todo se fue conformando para que un día decidiera enfrentarme para volverla a ver.
Me parece interesante cómo, George Lucas (el creador de la saga) presentó esta película (y eventualmente las siguientes dos) como algo dirigido a un “publico más infantil”. Una declaración que aún ha mantenido hasta estos años. Me parece algo extraño pues esta película tiene una gran carga política detrás.
Digo, está en el título: hablamos de guerra de las galaxias. Pero comparándolo con las secuelas, estas se centran en un detonante muy básico: “Hombre malo construye una estrella para hacer ¡boom! a otros planetas”, es bastante sencillo de comprender. La dualidad del bien contra el mal. El asunto del “personaje bueno bueno bueno, que pelea contra el personaje malo malo malo”. Esa simpleza definitivamente es dirigida y digerible para un público infantil; familiar. Y el asunto con esta película: “La amenaza fantasma” es que el detonante que nos lleva a seguir el camino de este maestro jedi con su alumno, es un bloqueo económico sobre el planeta de Naboo.

Me causa gracia escribir estas palabras y pensarme a mí de niño, intentando comprender a través de un texto flotante inicial (aparte, en inglés) todos estos conceptos: Impuestos, rutas de comercio, federación de comercio, congreso de la república…
A esta edad ya comprendo todo lo que sucede; y confieso que creo que es interesantísimo. El drama que detona toda esta película tiene una capa de profundidad interesante; pues los asuntos políticos más definidos terminan siendo reveladores de personajes ambiciosos, malditos o ingratos. Entonces, en la película, el canciller manda a estos dos caballeros Jedi a intentar resolver el conflicto que ocurre con Naboo. Pues la Federación de Comercio quiere que la reina firme el tratado donde le da legalización a la ocupación militar en Naboo. Y podemos ver que hay alguien detrás moviendo los hilos de la Federación de Comercio. Estos, al ver que los hombres de la paz realmente son Jedis, entran en pánico y los atacan. Los Jedis escapan y se encuentran con una civilización que vive en el mismo planeta, solo que ocultos. Estos son los Gungans que odian a los humanos de Naboo. Eventualmente los Gungans les conceden a los Jedis una nave para irse e ir a rescatar a la Reina de Naboo…
Me gusta mucho la manera en la que esta película está estructurada. Cada situación va derivando y desenvolviendo la siguiente. Con su dosis necesaria de acción en cada determinado tiempo. Así como el uso inteligente de las características o debilidades de sus personajes a favor de la historia. Por ejemplo: Apelar a la avaricia de Watto y su necesidad de apostar para ganarle a Anakin y liberarlo de su esclavitud. Todo esto se va construyendo y llevando por una aventura interesante.
Por eso, al llegar a la escena final de la celebración. No puedo evitar sentirme feliz o emocionado. Pues al momento de que el líder Gungan eleva el orbe y grita la palabra ¡Paz! (perdón x el spoiler) antes del cierre con los créditos y la música, hago una especie de reflexión sobre la historia que acabo de ver. Y en el recuento me doy cuenta de que una situación tensa, termina teniendo un gran efecto: la liberación de un esclavo, lograr la paz de dos civilizaciones y terminar con ese mismo bloqueo comercial. Así como comenzar a plantear que los Sith regresaron y que la amenaza ya no es fantasma, ahora comienza a mostrar sus pies y cimentarse en la política de la galaxia, poniendo en peligro la república.
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