Por Marisela Sánchez.
En su debut directorial Charlotte Wells explora la construcción de nuestros recuerdos, cómo enfrentamos la ausencia, la lucha contra nuestros demonios mientras intentamos proteger a quienes amamos de nosotros mismos, todo esto abordado de una manera tan conmovedora y desgarradora a la vez. Lo que al principio parece ser un bonito recuerdo sobre las últimas vacaciones de verano que comparte una niña con su padre se convierte en una historia que te carga de emoción y es difícil de asimilar.
A través de Calum, el padre, podemos ver a un hombre que no tiene la vida que hubiera deseado, está divorciado, tiene problemas económicos y aunque no se menciona explícitamente podemos inferir que la depresión lo está consumiendo, aún así, hace un enorme esfuerzo para que su hija no se de cuenta y ser para ella el padre que él hubiera querido tener. En la niña, Sophie, podemos ver la transición a la adolescencia, la búsqueda de identidad y la curiosidad de experimentar la vida adulta.
Hay un par de escenas que nos indican que Calum optó por terminar con su vida y podemos concluir que en esas vacaciones fue la última vez que Sophie lo vio y nunca entendió por qué, ya que solo recordaba los momentos felices, pero al ver las grabaciones de esas vacaciones veinte años después, descubre la triste realidad detrás de ese padre amoroso y sonriente que ahora como mujer adulta puede comprender.
Aftersun nos invita a reflexionar sobre la salud mental para evitar formar prejuicios ya que nunca sabemos las situaciones que otros enfrentan y que muchos sufren en silencio.
Enlace a película: https://ok.ru/video/6830135118501
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