Por María Fernanda Toral Suárez.
Albedríos (2021) es un mediometraje de corte experimental dirigido por Ignacio Ferreyra a partir del texto de la obra de teatro Concerniente al albedrío, de la compañía audiovisual y teatral Realidades asímetricas. Esta película aborda la temática del feminicidio y los efectos de la ausencia. En los siguientes párrafos, podrás leer la entrevista que tuvimos con una de las actrices principales de este ejercicio fílmico: Daniela Palao.

Daniela, al ver el mediometraje, tuve la percepción que era un tema muy personal para el equipo, por lo que me surgió la duda ¿Cuál es el origen de la obra?
La obra surge la inquietud, primero ya lo que significaba/ significa para cada una de nosotras (para las dos actrices) ser mujer en el país. Todas lo sabemos, tú lo sabes, cada quién tiene su historia de violencia, de sentirte con miedo, insegura, de todo lo que implica ahora vivir en un país que no te da garantía.
Como nosotras siempre trabajamos a partir de un laboratorio, justamente de una inquietud de algo de lo que queremos hablar, pero no tenemos la obra en sí, sino que la vamos construyendo con procesos, ejercicios escénicos, referentes, empezamos a ver acciones y luego a escribir el texto.
Empezó a ir de esta sensación íntima, como bien mencionas e intuyes, a tomar la forma de basarnos en un feminicidio de un caso real que vivió Mara (Mara Ximena Espinosa de los Monteros), que es la otra actriz de la obra. Ella trajo esta información porque es algo que le pasó, que su familia vivió y claro no puedes evitar pensar en eso cuando hablas de violencia de género. Fue un caso que vivimos, evidentemente ella lo vivió como lo vivió, y nosotros por ser cercanos también le acompañamos en ese proceso y tuvimos la oportunidad de contar con testimonios, sensaciones, y sentires de toda la familia que nos ayudaron, tanto a construir la obra como seguirle dando esta forma que nosotros buscábamos no solo hablar de este caso en específico sino de darle voz a estas mujeres que han sido silenciadas.
Entonces sí, en ambos proyectos, tanto Concerniente al albedrío como Albedríos nacen de esta necesidad íntima y urgente a partir de esta línea narrativa de un caso real de feminicidio.

Eso que mencionas, las primeras escenas de Albedríos muestran como una fotografía de un cuerpo desnudo en diferentes espacios, dando la noción que puede ser cualquier mujer el hecho que esté de espaldas y no sepas la identidad de la persona, ¿Cómo fue traspasar la obra al cine? ¿Qué motivó a hacer una obra audiovisual?
La principal motivación fue la pandemia. Estábamos a punto de estrenar la obra cuando llegó la cuarentena, nos encerraron a todos, cerraron los teatros y nosotros nos quedamos de ”ya no pudimos estrenar”. Teníamos todos, y el teatro donde se iba estrenar la obra cerró. Entonces, ¿recuerdas que muchísimas compañías y proyectos empezaron hacerse en línea? Vía streaming grababan las obras de teatro y las presentaban por zoom, un montón de cosas para las que claramente no estábamos preparados los teatreros asumir porque nadie tenía idea que iba a pasar. Entonces en lo que pensamos, porque queríamos hacer un proyecto que no fuera tal cual la obra grabada, sino que aprovecharamos los recursos tanto escénicos como audiovisuales. Nuestro director es alguien que tiene mucho bagaje en el medio cinematográfico y técnicamente sabe de multimedia porque todas nuestras obras tienen este lenguaje, el video como un recurso para hacer escenografía, etc. Fue ahí que, usando nuestro mismo guión, empezamos a buscar las alternativas para poder hacerlo en el medio audiovisual.
La cosa es que como somo una compañía independiente y todo lo grabamos nosotros, si fue algo como una decisión desde la motivación, desde queremos exponer nuestro trabajo pues nos tardamos un montón, y justo cuando ya lo sacamos para poderlo mostrar cuando terminó la edición, el diseño sonoro, la subtitulación y todo, pues ya habían vuelto abrir los teatros, Llegamos tarde. Cuando salió esto ya no fue en el boom del encierro de la cuarentena, entonces dijimos “bueno de todas maneras hay que compartirlo”, decidimos meterlo al circuito de festivales de cine, y la sorpresa fue que llevamos casi 50 premios, 70 selecciones oficiales, fue una sorpresa muy grande. Esto era una alternativa para poder mostrar el trabajo, lo que queríamos decir, en un contexto bastante complicado y nos regaló un proyecto propio, con su propia alma, naturaleza y recorrido.
Claro, la obra sigue presentándose, pero ya vemos Albedríos como nuestro primer proyecto audiovisual porque nos dió la vuelta, nos sorprendió y dijo “saben que chavos yo vengo aquí a tener mi lugar, yo no soy ninguna alternativa”. Al final es el mismo texto y el mismo discurso, somos las mismas actrices pero como te mencionaba utilizando todos los recursos que nosotros encontramos dentro del medio audiovisual para poder hacer un proyecto nuevo de alguna manera.

Muchas veces en el cine mexicano puede caer en una explotación de la violencia y a veces se cree que eso es lo más disruptivo. En este mediometraje considero que el cuerpo desnudo que aparece en pantalla es disruptivo ¿Qué tan transgresor se quería ser al presentar un cuerpo desnudo, como consecuencia de las violencias que ejercen en los cuerpos de las mujeres? ¿Qué tanto querían transgredir el discurso alrededor de los feminicidios?
Sí queríamos ser transgresores en ese sentido pero más allá del impacto o del shock queríamos hacerlo desde la honestidad y desde la vulnerabilidad de resigificar el cuerpo, de ponerlo en este caso en pantalla, y decir “este un cuerpo y no es responsable de lo otro”. El problema no es el cuerpo, el problema es lo que tu haces con esa idea del cuerpo y lo que tu piensas que es el cuerpo femenino, que como bien sabemos pues el cuerpo femenino se usa para todo menos para lo que nosotras queremos decir y queremos hacer, no somos libres de nuestro cuerpo y así crecemos las niñas ¿no?, desde todas las condicionantes físicas, todo lo que el cuerpo femenino debería hacer o no hacer, lo que debes cubrir, en que circunstancias sí o no, bueno un sin fin de cosas que también vienen implícitas en la obra.
Tanto en la obra como en el discurso audiovisual lo que queremos es reapropiarnos de este cuerpo. Decimos y creemos que el cuerpo fue el primer territorio que nos han arrebatado a las mujeres, primero desde considerarlo como está maquina de mano de obra para tener hijos, todo el discurso de la pornografía, la publicidad, la belleza estética, entonces como te decía, nos arrebatan el derecho de decidir que hacer como mostrarlo, como no mostrarlo en que momento mostrarlo, entonces nosotras hacemos esto agarramos nuestro propio cuerpo lo ponemos en escena o en video para reapropiarno, resignificarlo y al final de cuentas desde la honestidad y la vulnerabilidad, decir “este es mi cuerpo y estoy orgullosa de que sea mi cuerpo porque aquí está mi historia”. Y al mismo tiempo, si sabíamos que iba a ser shockeante porque claro un cuerpo desnudo va ser shockeante pero la pretensión, la intención y la puesta era que si te va a shockear pero vas a salir hablando de otra cosa, de lo que queremos que salgas hablando de la violencia, de lo que vivimos, de que te pones un poquito en mis zapatos y te das cuenta que el cuerpo no es el problema y estando ahí donde estás tu preguntarte ¿En qué lugar estás parado para seguir viendo este cuerpo de la manera que la sociedad lo ve? Ese es el verdadero problema, no el cuerpo.

¿Qué mensaje quisieras que se quedaran con Albedríos, además de la reapropiación del cuerpo?
La empatía, el saber que podemos estar del mismo equipo, que a partir de la reflexión, como te decía, ver en qué lugar estamos parados y que estamos haciendo cada uno de nosotras y nosotros para abonar o para cambiar este problema porque es un problema social no es solo un problema de nosotras las mujeres.
Queremos que entiendan por un momento, ya sea viendo la obra o la película lo que es ser mujer a partir de este discurso honesto, ¿Qué es lo que pasa en mi cabeza, mi corazón y mi cuerpo ante la violencia que se ejerce sobre nosotras sistemáticamente? Y que no solo está en cuestión de seguridad pública si no que todas las estructuras de educación, laborales, etc., vienen con esta violencia machista y patriarcal, entonces queremos transmitir este sentir para tener aliados porque al final de cuentas no queremos señalar a nadie, siempre decimos “el público no es el culpable”, el público viene verte al teatro o esta viendo tu película, ellos no son los que, esperando eso, no son los agresores, queremos un momento de reflexión, generación de preguntas, que se atrevan a preguntarse a sí mismos su historia, de donde vienen sus creencias, que han hecho, grandes o pequeños actos para perpetuar esta violencia porque sabemos que no necesitas cometer feminicidio para seguir ejerciendo violencia femenina.
Creo que el teatro y el arte en general va de eso, va de que tu te espejees un momento en lo que estás viendo y te hagas preguntas sobre donde estás tú.
Y principalmente, retomando esto que hablabas al principio de la intimidad, al crear estos proyectos queremos volver a la sensibilización porque de repente son grandes las cifras que todas las víctimas que pierden rostro, nos volvemos literal un número de mujeres perdidas, desaparecidas, asesinadas, entonces eso hace que la violencia se siga normalizando o naturalizando, así como baja o sube el dolar también más mujeres son asesinadas, se vuelve ya un nivel de insensiblización enorme y queremos ponerle rostro a estas ausencias.
Creo que con la trayectoria de ambos proyectos lo hemos logrado, recuperando esa empatía y ese momento en el que estamos todos juntos. Yo apostaría que también viendo la película sucede lo mismo en donde estamos juntos en esto y nos tratamos con empatía y con compasión de ida y vuelta, al final eso es lo que buscamos con esta y con todas nuestras obras generar una conexión para poder hacernos preguntas y no dar respuestas porque siempre lo decimos, el arte no da respuestas va a dar un chorro de preguntas y la vida eso es un constante hacerte preguntas y también es muy lindo el crecer con este proyecto todos los que lo integramos porque cada vez tenemos preguntas diferentes. Eso es lo que queremos mostrar empatizar, queremos que nos entiendan, queremos que de alguna manera algo cambie en el accionar.

¿Qué preguntas te has hecho después del recorrido de Concerniente al albedrío y Albedríos?
¡Todas! Porque para empezar es preguntarte por tus heridas, ir a esas heridas, ¿de dónde vienen?, ¿quién te enseñó?, ¿quién te lastimó?, ¿qué es lo que tienes que poner afuera para transformarlo? Entonces, es un ejercicio, primero de autoconocimiento de haber ¿qué tengo yo?, ¿qué siento?, ¿qué necesito decir?, ¿qué necesito sacar?, ¿de qué manera?, ¿cómo lo voy a transformar?, eso fue por un lado.
Por el otro lado, la bondad del cuerpo, porque ahorita te lo digo así, la resignificación, nos reapropiamos, pero en ese momento era aliviar con todos esos estigmas, y todas esas cosas que te dijeron que no funcionaban de tu cuerpo: estas muy flaca, estás muy gorda, tienes las chichis muy grandes, tienes las nalgas gigantes, que todas las mujeres. Cada vez son más chiquitas, vaya la edad en la empiezan a intervenir con prejuicios y con traumas hacia el cuerpo, entonces también fue eso, pararnos con honestidad con nuestros cuerpos y decir ok ¿Qué historia cuenta mi cuerpo?, las preguntas iban hacia allá ¿Qué sintió mi corazón cuando me agredieron en la calle?, o ¿Qué sintió mi estómago cuando alguien me tocó en el metro y yo no supe qué hacer?, ese tipo de preguntas.
También surge mucho esto de los cercanos, la familia y los amigos, porque vivir con una ausencia es terrible y uno no supera las ausencias solo aprendes a vivir con ellas, entonces también surgen y siguen surgiendo estas preguntas ¿Qué les puedes decir a estas familias que vivieron un infierno? ¿De qué manera seguirnos aproximando? ¿Cómo hablar de todas? ¿Cómo no ser panfletarias? ¿Cómo no meter ninguna cuestión política o alguna cosa de exigencia o de grito?, que está muy bien quienes lo hacen porque por eso el arte es tan amplio porque todo el mundo puede expresarse de la manera en la que lo siente, pero nosotros queríamos hacernos preguntas sobre el tono, sobre la manera de aproximarnos a las personas, sobre no ser agresivas, no sé si esa es la palabra, pero si no atacar porque de repente la tendencia sea de gritar.
Nos hicimos muchas preguntas, tanto del lado actoral como del lado personal, técnicamente hablando ¿Qué es lo que le va mejor a la obra?, ¿cómo hablar del proyecto?, cuando tú empiezas algo siempre hay un montón de inseguridades no sabes muy bien cómo está el asunto, pero con este proyecto que ya lleva sus buenos años, pues cada vez las preguntas van más hacia ¿Dónde lo movemos?, ahora este país quiere hablar de Albedríos, muy bien, que tiene que decirnos Irlanda de la violencia de género, entonces más allá de hacernos preguntas nos hemos dados cuenta de la dimensión del problema ¿Por qué en todo el mundo existe esto?, porque nosotros empezamos hablando de una obra de México y más de 70 selecciones oficiales nos dicen que esto sucede en todo el mundo es como ¡Pum! ¿Qué está sucediendo en el mundo? ¿Por qué a todo el mundo le resuena esto? Entonces, esos han sido algunas de las preguntas en este trayecto y seguro seguirán saliendo.
Si es impresionante las preguntas que te genera, a mi igual está parte de la ausencia de resignificar hechos tan violentos, porque muchas veces con el cine documental hace pero puede llegar a tener una perspectiva morbosa y creo que Albedríos está, si fuera literatura, más hacia el lado de lo poético más que una crónica. Quiero felicitarte y al equipo por ambas obras, creo que es un gran proyecto. Para ustedes, ¿sigue otra obra audiovisual?
Sí, nosotros somos una compañía escénica y audiovisual (Realidades Asimétricas) y queremos seguir explorando ambos lares.
Tenemos cocinando un nuevo proyecto audiovisual, lo contaremos cuando esté a punto de salir del horno para volver a platicar.
Y del lado de lo escénico, bueno uno si pudiera estuviera creando todo el tiempo, entonces si tenemos muchas ideas de lo escénico. Dependemos de los apoyos, de la gestión que hacemos para llevar a la realidad todas nuestras ideas y el imaginario entonces, sí el próximo año se viene bueno.
Somos una compañía de repertorio, tenemos cuatro puestas en escena entonces siempre estamos buscando la conexión y la movilidad, estamos por realizar, en octubre empieza la gira de Concerniente al albedrío por España, vamos a ir por esos lugares a presentar la obra y el próximo año se viene bueno con otra de nuestras obras que es Antisistema, que es otra cosa, un monólogo que aborda el tema del capitalismo.
Entonces, si estamos moviendo nuestro trabajo, seguir creando todo el tiempo tanto con lo escénico como lo audiovisual.

Enhorabuena para ustedes y la compañía. Para finalizar, actualmente ¿Cómo se puede visualizar Albedríos?
Actualmente Albedríos solo está en Vimeo, ahí lo pueden rentar o comprar.
Mientras estaba en el circuito de festivales tuvimos la oportunidad de presentarlo en la Cineteca Nacional, lo cual fue un sueño presentar Albedríos y tener un conversatorio con el público y rebotar las ideas, escuchar las reflexiones y las sensaciones del público fue hermoso. También lo presentamos en Uruguay, Montevideo, con la misma dinámica de conversatorio al final, y en la Cineteca Rosalío Solano en Querétaro esos fueron los lugares físicos donde pudimos presentar el mediometraje.
El circuito de Albedríos ya terminó, por eso decidimos ponerlo a la compra o renta para las personas que no lo vieron o quienes quisieran adquirirlo pudieran hacerlo.

María Fernanda Toral Suárez es una mujer que escribe entre la Ciudad y el Estado de México. Entusiasta de la historia y el cine.
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