Análisis filosófico y esotérico de ‘The Truman Show: Historia de una vida’ (1998).

Truman Show nos muestra una realidad insondable, la libertad por encima de cualquier valor. Existen distintas perspectivas desde las cuales se pueden abordar la película, dentro de este análisis, tomaremos la filosófica y la esotérica. Resulta interesante observar que esta película, de un tono mucho más alegre  y cómico, retrate temáticas similares a Matrix, historia que se estrenará un año después. 

¿Por qué Truman es una historia que despierta fibras de empatía tan intensamente? Guardando un tono cómico, nos muestra la realidad desgarradora de su personaje principal: Truman, es la estrella de un programa de televisión, transmitiendo su vida real , creando una especie de cápsula donde no existen sentimientos ni vínculos reales, más que de él mismo. Vive una vida con objetivos guionizados, si bien en un entorno seguro, totalmente falso. 

Truman observa como la caída de una “estrella” (pues la lámpara que cae del cielo está marcada con el nombre de Sirio mayor) , irrumpe en la realidad material, la cual, parece llena de una rutina idealizada para los ideales de la época: Una casa en los suburbios, un trabajo de escritorio, cuyo mejor amigo, Marlon , describe como un trabajo deseable, una esposa atenta y un vecindario amable, constituyen una jaula bien decorada para Truman. 

Todo es manipulado desde “el cielo”, Cristof, el director del programa, observa las cada vez más erráticas decisiones de Truman, adaptando las cámaras para obtener la mejor toma, movilizando a los personajes de la vida de nuestro héroe y dictando los pasos a seguir en la narrativa construida. 

Un elemento curioso a destacar dentro de la película es la existencia del libre albedrío. A través de la historia, observamos que Truman ha desarrollado un trauma, debido a la supuesta muerte de su padre (planeada para coartar el espíritu aventurero de Truman) , pero todo el mundo construido, comparte las mismas características que el mundo real, hubiese resultado más sencillo, pero perdería el espíritu del programa, eliminar toda posibilidad de viaje, asegurando que, por algún otro motivo, no se podía ir fuera del límite de la tranquila Seahaven, quizás realizar el programa en una isla y asegurar que era el único lugar en el mundo y no valía la pena explorar, ¿Cuál es la intención de dejar la posibilidad abierta a otras ciudades, otros lugares y otros países? . El encanto de Truman, es que los espectadores pueden ver una vida humana desarrollarse en una totalidad que permanece, aunque sea en cierta medida, orgánica. Truman es libre, demuestra a lo largo de la película, que es capaz de escaparse de una realidad fabricada. 

El despertar de Truman, conlleva una serie de accidentes que podríamos calificar , de manera coloquial como “errores en la matrix” , el rompimiento de una realidad simulada, actores cuya resistencia emocional y capacidad para llevar el show se van desmoronando, Truman escuchando a su intuición profunda y el anhelo por su amor de universidad, Lauren / Sylvia , lo van despertando a enfrentar la dolorosa verdad que se esconde atrás de una vida aparentemente perfecta y protegida, pues, recordemos, nuestro héroe es un personaje seguido por décadas por muchas otras personas. Truman “quita el velo” de la realidad simulada al descubrir parte del staff detrás de un elevador, o al encontrarse con su padre, supuestamente muerto. En retrospectiva, se ilustran momentos memorables en la biografía de nuestro héroe, explicando que su vida entera ha sido televisada. Destaca entre estos momentos, los comentarios inquietantes de Lauren/Sylvia, quien en un discurso apresurado, intenta explicarle a Truman que se encuentra en una vida construida por mentiras. Veremos que Truman, intenta reconstruir la cara de aquella chica, entre recortes de revista que guarda como el mayor de sus tesoros.

Filosóficamente, plantearse la veracidad de la realidad constituye una pregunta angustiante, nos pone en un plano donde podemos caer en un nihilismo paralizante, una actitud absurdista hacia la vida (que es muy bien retratada en la película, por ejemplo, cuando Truman comienza a dar vueltas frenéticamente en una glorieta con su esposa, Meryl) y una constante desconfianza hacia el resto. 

El fin último de la filosofía es desvelar la verdad, así que Truman, desafiando todas las esperanzas puestas sobre él, renuncia a una comodidad material para seguir su propia intuición. Podríamos equiparar la realidad de Truman como un huevo, el cual siente que debe romperse y nacer al nuevo mundo, donde no hay una protección hacia él, donde no es un personaje que complace los deseos de una mano secreta. 

Un punto destacable es el carácter de nuestro héroe, nos encontramos con un hombre carismático, alegre y aparentemente satisfecho pero que presiente que algo no funciona como debería. En ese sentido, aquél hombre es también inherentemente intuitivo, escucha el impulso interno que lo lleva a descubrir la verdad. Las flaquezas en su carácter (el miedo al agua) son producto de un trauma producido antes que una característica inherente de su ser. 

Es interesante considerar que esta película despertó una nueva temática para los delirios de persecusión (cabe aclarar que “El síndrome de Truman” no está considerado de manera oficial en el DSM). Despierta un miedo insondable en el ser humano, el miedo a no estar en libertad y ser parte de una maquinaria secreta. Los hilos de la manipulación (o el temor a que existan esos hilos) pueden ocasionar una inquietud psicológica intensa. 

No podríamos dejar de mencionar el solipsismo como otro tono filosófico de la película, si bien Truman no llega a considerarse el único ser consciente, se nota perdido en un mundo donde sus reacciones no son genuinas hasta que observa con detenimiento algunas singularidades de su vida, especialmente, el recuerdo de su amor de universidad, aquél recuerdo coartado por su matrimonio arreglado con Meryl, persiste en la memoria y hace ver la realidad de Seahaven, como un mundo acartonado en sus reacciones típicas. 

Truman comienza a hacer observaciones sobre la sincronización de la ciudad para evitar su deseo de visitar las islas Fiji. Podríamos describir el actuar de los personajes, como de NPC (término utilizado para los videojuegos, un “Non playing character” es una suerte de programación en la narrativa para hacer actividades específicas, sin “salirse del guión”) , haciéndole sentir en un delirio, una comedia donde él es el personaje principal. El sentirse de alguna manera, observado de manera constante, desata en él un comportamiento que, de no ser cierto su presupuesto, tan solo sería calificado como un delirio de persecución. 

No termina de ser solipsista, pues guarda la esperanza de que alguno de los personajes más cercanos a él (su mejor amigo, Marlon, o su esposa Meryl) sea auténtico en el vínculo que genera con él. Admite la posibilidad de otras conciencias jugando en aquella realidad programada. 

A nivel esotérico, Cristof, el director, nos recuerda ampliamente a la figura gnóstica/ neoplatónica del Demiurgo, el creador de una realidad material incompleta y corrupta, aquél que deja al ser consciente (el ser humano) en un estado de sueño perpetuo, creando una realidad llena de distracciones (como bien ilustran con Turman, en una serie de manipulaciones extremas)  , impidiendo que salga de aquél caparazón. Hemos mencionado antes que se demuestra la libertad teórica de Truman, esto nos es confirmado cuando el amor de universidad de Truman, Lauren /Sylvia, tiene una corta conversación con el director, acusandole de mentir  y manipular a Truman, además de “mantenerle en una celda” , en este punto, Cristof asegura que Truman es libre de irse, que no podría impedirlo si demuestra la suficiente fuerza de voluntad. 

Entre varios detonantes para Truman cuestionar la realidad, destaca el encuentro desafortunado con Lauren/ Sylvia, el cual podríamos equiparar al encuentro entre el ser humano y “Sophia” o la sabiduría, aquella figura femenina de los gnósticos que expresa la posibilidad del ser humano para acceder a dimensiones más puras, libres de ilusión, regresar al estado de conocimiento, en este caso, salir del show de televisión. 

Esta contraposición entre un personaje tiránico, autoritario y manipulador, que ofrece una mentira dulce (Pues el mundo de Truman parece un campo de juegos para niños, deben cuidar del bienestar de la estrella, quien como hemos mencionado, vive una vida nada indeseable y tranquila) , y una figura femenina que representa el amor, la verdad y la pureza, que ofrece la oportunidad de salir a una dimensión real, posiblemente más dura y desconocida , dimensión amarga pero real. 

Aquí cabe introducir el término “Arconte” , concepto adjudicado a entidades planetarias que imponen una especie de sello en la psique humana, evitando la liberación. Es inevitable pensar en ello al observar que Cristof actúa desde la “Luna” de aquél mundo. La última de las pruebas de Truman, es enfrentar su mayor fobia, el agua y el mar. Al romper aquél sello, y retar al “arconte” Cristof, rompe el sello que impedía su libertad. 

La película acaba de manera irónica. El Demiurgo ofrece a Truman la posibilidad de quedarse, en aquél mundo plástico y cómodo, donde asegura, hay la misma cantidad de mentira y falsedad que el mundo externo, pero ahí, Truman estaría cómodo y brindando alegría y esperanza a miles de personas alrededor del mundo. El ser humano y sus intereses de libertad se expresan en el carismático Truman, esto lo identificamos al ver a sus espectadores, pendientes día y noche por su bienestar. Truman declina la oferta, cerrando de manera magistral su transmisión, con la icónica frase “ Por si no nos vemos después, buenos días, buenas tardes y buenas noches” , se inclina agradecido ante su público y el creador de su mundo y personaje, y camina el último paso hacia la libertad, la puerta oscura que amenazante revela el fin del set. En la última escena, vemos a Sylvia / Sophia correr entusiasmada para alcanzar al hombre libre.

Aura Metzeri Altamirano Solar es estudiante eterna del arte de la vida. Se especializa en astrología y filosofía hermética. Nacida en México, hija de dos patrias y ciudadana del mundo. Amante de los libros, la astrología, el arte y los animales, disfruta mucho de estudiar y pasar un buen tiempo en la naturaleza. Puedes seguirla en Instagram y escuchar el podcast ‘La pluma del Chamán’ aquí.


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