Nada más familiar que nuestra casa: ‘Inside’ (2021) de Bo Burnham y la reinvención de espacios.

Por Jair Ponce.

Durante la pandemia de COVID 19 que comenzó en 2020, padecimos, además de la propia enfermedad, una serie de cambios, choques y disloques en nuestra realidad, desde las cosas más terribles como saturaciones hospitalarias, colapsos en los sistemas de salud, hasta una mortalidad que no había tenido precedentes en el nuevo siglo.  Entre las transformaciones que se tuvieron que efectuar para, dicho con cero dramatismos, sobrevivir, fue el tener que vivir en aislamiento, sin contacto directo entre nosotros, la interacción física se volvió prescindible y por lo tanto se necesitaron construir, reajustar y configurar nuevos espacios para nuestra coexistencia. Las redes sociales se convirtieron en los nuevos espacios públicos, la convivencia social en el aislamiento seria a partir de una conexión inalámbrica, pero, ¿Qué pasó con nuestra realidad física? ¿Qué pasó con nuestros lugares ahora que estaban fuera de nuestro alcance físico y palpable?

El actor, comediante, cantante y director Bo Burnham expone su reinterpretación, no solo de la sociedad durante la pandemia, sino que presenta una forma distinta de entender nuestros lugares comunes, nuestros sitios personales, que ahora se verían limitados a  las habitaciones, la sala, la cocina, el patio y algún pasillo o estudio. En Inside, Burnham hace un recorrido, casi como si se tratara de una obra clásica, del viaje de transformación del protagonista que resulta ser el propio comediante, en donde el salir a la aventura se viera invertido a quedarse dentro de casa, el viaje se ha convertido en la postergación de la salida, la aventura es ahora introspectiva, hacia dentro.

Inside comienza entonces con la llamada a la aventura, a la exploración, pero ¿De qué? Las montañas, los mares, las grandes ciudades y sitios turísticos están cerrados para los aventureros y sus ansias de descubrir cosas nuevas, en su lugar se tienen la cotidianidad, los muebles y claro, el internet tan basto e inalcanzable como los mares en épocas de Colón. Bo como todo explorador, explica las intenciones de su travesía, con más dudas e incertidumbres que las cosas claras, nos introduce dentro de su casa, de sus dinámicas y de lo que será el mundo a partir de ahora. La película es una mezcla sorprendentemente homogénea de comedia, música y crítica, todo unido por medio de una narrativa que pareciera arbitraria, pero que contiene una carga simbólica más densa y profunda de lo que aparentan sus canciones.

Burnham conforme avanza el hibrido de documental con especial de comedia, nos va mostrando como son sus hallazgos, como todo gran aventurero, presenta los diferentes espacios que ha descubierto, su casa se va volviendo lentamente un espacio más que solo donde comer y dormir, se vuelve una extensión más de él, mientras con cada número musical nos presenta las dinámicas sociales de esta nueva realidad, el home office, los videochats, el sexting, así como los peligros del internet, sus trampas, lo hostiles que pueden ser las redes sociales y como es necesario volver a un espacio seguro, construirlo si es necesario y ahí es donde radican las dos grandes líneas narrativas de inside, ejemplificadas en dos canciones, All eyess on me y that funny feeling una habla de lo terrible que es estar solo y a la vez lo necesario y liberador que puede llegar a ser encontrarse en un lugar que puedes llamar tuyo en todo sentido y el otro punto es el preguntarse, ¿Cómo es que llegamos a este punto? Como humanidad y como personas, todo desde la perspectiva de alguien que estando en su casa se preocupa más por sus likes en Instagram que por la situación por la que está pasando el mundo en una forma mucho más general.

Bo Burnham en Inside descubre, junto con nosotros, el cómo es explorar tus espacios, los que se supondrían nuestros sitios más próximos y que en ocasiones, parecen ser más impresionantes que las pirámides egipcias o la selva amazónica.

Jair Ponce es de Guadalajara, Jalisco. Estudiante de licenciatura en Historia en la UDG y asistente de investigación. Crítico de cine, con una columna semanal de reseña de películas en Gaceta UDG. Ha escrito para el blog digital Séptimo proyector y la revista electrónica vuelo libre.