Raro, bizarro, extraño. Las películas que componen esta lista son inclasificables, ejercicios singulares que, desde diferentes miradas, abordan los temas más inquietantes. En nuestra trinchera editorial, recientemente renovada con nuevas plumas, escribimos sobre el cine que más nos sorprende por su aderezo exótico y shockeante. ¿Recuerdas otras cintas? ¡Déjalas en los comentarios!

For Y’ur Height Only (1981) – Eddie Nicart
Es fácil enamorarse. A veces solo basta que tus ojos se fijen en alguien para quedar completamente flechado. Por lo tanto también es fácil reconocer que el amor es tan dúctil que puedes enamorarte hasta de lo más abstracto. Y es justo allí, en lo abstracto y abrupto, en lo indescriptible e inclasificable, en donde yace el más fértil de los terrenos para enamorarse.
Gracias a este precepto es que entiendo la fascinación de Andrew Leavold con una película como For Y’ur Height Only (dir. Eddie Nicart, 1981). Andrew Leavold es un historiador cinematográfico australiano especializado en el estudio y la difusión del cine más estrafalario proveniente de los países más exóticos.
Desde cine mexicano de luchadores hasta cine de acción filipino, pasando por el cine evangélico de Ghana, Leavold ha plasmado su amor por este cine en documentales, seminarios y libros. Y fue debido a él que en 2016 tuve la fortuna de ver por primera vez For Y’ur Height Only protagonizada por el magnífico y siempre sorprendente Weng Weng. Pero ¿quién es Weng Weng?
Esa pregunta podría ser respondida de manera formal y general pero ¿por qué no hacerlo desde el amor y la admiración? Weng Weng es un héroe de acción de gigante carisma que se robó el corazón del público filipino en los 80s. El gran icono cinematográfico es el protagonista de For Y’ur Height Only, una farsa de espionaje que no brilla por su impecable técnica cinematográfica o la soberbia calidad de su narrativa, sino que lo hace por la presencia de Weng Weng, el más improbable de los héroes de acción.
Si analizamos la trama, esta parece más bien un pastiche de las tantas películas de espías que inundaron los 70s. Así que les ruego que no seamos injustos y fijemos nuestros ojos en cómo nace una estrella. La estela de Weng Weng no solo resplandeció por su corta pero impactante carrera sino también por los peculiares sucesos que conforman su vida. Tales como tener el Guinness Record por ser el actor protagonista más pequeño del mundo, realizar sus propios stunts, ser un maestro en las artes marciales o incluso el increíble rumor que lo situaba como un verdadero espía al servicio de la dictadura filipina.
Después de ver For Y’ur Height Only y conocer su historia en el documental The Search for Weng Weng (dir. Andrew Leavold, 2016) he comprendido por que Leavold ha viajado por el mundo compartiendo su amor por el fantástico Weng Weng, avatar de los raros e incomprendidos.

Alice (Něco z Alenky) (1988) – Jan Švankmajer
Por Aura Metzeri Altamirano Solar.
La propuesta de una Alicia surrealista implica exacerbar los elementos de la historia original, repletos ya , por sí mismos, de misterio y de un sentido caótico que escapan a la lógica cotidiana. En esta versión checa, dirigida por Jan Svankmajer, se nos muestra en una suerte de fantasía oscura una Alicia que narra directamente la historia y sus diálogos, existiendo en la narración visual, una sensación de pesadez, de sueño veraniego que revuelve incómodamente los objetos mentales.
Uniendo dos técnicas, ( live action y stop motion) Svankmajer nos entrega una estética muy particular que transcurre en una historia cíclica, repleta de la lógica instintiva que acompaña al comportamiento dentro de los sueños. Nuestra querida Alicia, a suerte de una Perséfone que desciende al averno, inicia la narración comunicando el mensaje esencial de este viaje: “Recuerda cerrar los ojos o no verás nada”.
Se nos propone, al inicio, un conejo blanco disecado que cobra vida, descubre un compartimiento secreto del cual saca su icónico traje y reloj de bolsillo, para ser seguido por el resto de personajes; animales compuestos de esqueletos, una oruga construida a partir de un calcetín, una dentadura postiza y un ojo de vidrio, y una serie de cartas recortadas para personificar a la corte, además de una muñeca rubia para la Alicia “pequeña” .
Dentro de una estética que puede resultar un tanto incómoda, o mínimamente muy peculiar, disfrutaremos de la sensación onírica, el comprendimiento que adquirimos de lo simbólico, olvidando la lógica del mundo externo. En todo momento, se nos recuerda la posibilidad de ir “más profundo en el sueño” , de descubrir un nuevo agujero de conejo que atraviese aún más hacia el interior de la tierra (nuestro subconsciente). Veremos ciertos segmentos repetitivos y hasta angustiosos que no obstante, impresionan por sus imágenes inusuales y de gran creatividad. Hay un gran acierto en la combinación de las dos técnicas utilizadas , retratando uno de los principios presentes en cualquier versión de esta historia, a saber, la dualidad. El mundo cotidiano contenido en lo simbólico, renovando su imagen.
La cinta termina con una Alicia despertando en medio de los objetos que dieron vida al sueño, con la sorpresa de ver la caja de vidrio donde estaba el conejo totalmente vacía, aquél animal llegará tarde, como declara nuestra heroína, a lo cual, probablemente le corte la cabeza, repitiendo el diálogo de la reina y renovando así, la idea de la ciclicidad.

The Life and Death of a Porno Gang (2009) – Mladen Đorđević
Seguramente has escuchado hablar de Una Película Serbia estrenada en el año 2010. Si tu respuesta es afirmativa, igualmente has escuchado que ésta retrata los problemas de la sociedad serbia tanto en el ámbito económico como cultural. Habrá personas que estén a favor en cuanto a que el filme logra representar estos temas dentro de sus imágenes y narrativa. Y habrá otros quienes estén completamente en desacuerdo por lo gratuito y explícito de su violencia, los temas tabú que retrata así como la calidad de su forma cinematográfica.
A pesar de lo conocida que es esta cinta en los círculos del terror y el horror, poco se conoce sobre otra cinta Serbia estrenada un año antes. Life and Death of a Porno Gang dirigida y escrita por Mladen Djordjevic a simple vista podría catalogarse como una cinta explícita o perturbadora al igual que su célebre “sucesora”. Sin embargo, es un filme sumamente fascinante en cuanto a su contenido sobre la historia y el contexto de una Yugoslavia en desintegración y las guerras ocurridas en Serbia.
La película a manera de diario documental sigue la historia de Marko, un joven director de cine que tras no conseguir financiación para su primer film conoce a Cane, un director de películas porno que lo invita a rodar con él. Desilusionado de esta experiencia se le ocurre la idea de mezclar porno y teatro, creando el primer cabaret porno. Con un grupo de artistas marginales que van sumándose a él, comienzan una gira por la Serbia rural donde terminarán por adentrarse en el mundo del snuff.
Vale la pena destacar que Djordjevic al mismo tiempo que filmaba ésta cinta, también desarrollaba un documental sobre el cine porno en Serbia; es desde esta perspectiva que plantea sus inquietudes en cuanto a los límites artísticos del porno, así como su relación con la violencia y la muerte. De igual forma proyecta el estado de una comunidad en guerra; su puesta en escena son las ruinas de un Belgrado bombardeado por la OTAN. En voz de sus personajes escuchamos sobre las manifestaciones del 5 de octubre del 2000, los vemos relacionarse con extranjeros que solo buscan beneficiarse tanto de la explotación sexual, como de la explotación de imágenes violentas.
Life and Death of a Porno Gang es una mirada cruda y sin concesiones a la Serbia de post-guerra, no obstante, es un reflejo del camino que toma toda sociedad cuando es profundamente injusta y desigual.

Sick of Myself (2022) (Syk pike) – Kristoffer Borgli
Sick of myself (2022), es una cinta que parte del humor negro para abordar distintos temas como la banalización de las enfermedades mentales y la extrema búsqueda de aprobación a través de la mega exposición de la vida privada en redes sociales. Fue traducida al español como Enferma de mí, aunque también podría traducirse como ‘Harto de mí mismo’, por su significado en noruego. Esta es una obra del director y guionista Kristoffer Borgli (9 de agosto de 1985 Oslo, Noruega), ‘el director del desequilibrio emocional’, que recientemente dirigió también El hombre de los sueños (2024), con Nicolas Cage.
La trama está dividida en tres partes; la primera, nos da una introducción a la incómoda vida de los protagonistas, Signe y Thomas, llena de actitudes de rivalidad y celos profesionales que los llevan a experimentar situaciones absurdas que caen en lo cómico y lo grotesco.
Conforme avanza la historia es inevitable sentir pena, identificarse con los vacíos de dos seres que atraviesan por su individualismo al límite, porque, quién no ha pasado por alguna situación compleja en sus relaciones personales, si, dado que los seres humanos somos tan imperfectos, también nuestras relaciones lo son.
Sin embargo, llega un instante en que lo gracioso se vuelve oscuro: Signe, que fantasea con ser famosa, decide tomar medicamentos que provocarán visibles reacciones secundarias para llamar la atención, mientras Thomas, lucha por ser un artista reconocido por cualquier medio. Estas acciones hacen que el espectador se cuestione constantemente a cerca de los límites de la inestabilidad emocional y los trastornos de personalidad. Hasta dónde creemos los humanos que, en esta sociedad excesiva, deberíamos ser capaces de llegar por agradar o por sentirnos aceptados y admirados y hasta dónde nos es permisible la obsesión con nosotros mismos.

The Holy Mountain (1973) (La montaña sagrada) – Alejandro Jodorowsky
«9 hombres viven en la cima de la montaña sagrada y desde ahí reinan el mundo desde su inmortalidad.» Esta es la explicación que Alejandro Jodorowsky «escupe» al espectador casi al comenzar el tercer acto de esta película, por supuesto, en boca del líder espiritual que guía a los personajes durante el transcurso del film. Dicho sea de paso, este líder, denominado “El Alquimista”, es interpretado por el propio director, quien cumple un doble papel: como personaje y como director. Su función no es dar respuestas, sino plantear preguntas con las imágenes que se muestran y con la historia desplegada en su festival surrealista de simbolismos.
Expiación humana, crucifixión, cuerpos desollados paseados por la ciudad, una urbe con mujeres planchando ropa ensangrentada, ejecución de estudiantes, protestas, violación de una civil por un militar, turistas observando con morbo la matanza, pájaros que emprenden el vuelo desde heridas de bala, una maqueta del Templo Mayor con sapos y lagartijas que representan la caída de Tenochtitlan, romanos obesos comiendo en la calle y embriagando a nuestro protagonista para obtener de él un molde con semejanza a Jesucristo. Son solo algunas de las primeras imágenes que nos ofrece el largometraje en su primera media hora, pero que mantienen una constante: la crudeza de la existencia humana, la decadencia, la locura, la corrupción, la supremacía del egoísmo sobre cualquier otra cosa.
«Tú eres mierda, te puedes convertir a ti mismo en oro», le dice el Alquimista a nuestro protagonista cuando asciende al pináculo donde es instruido, donde se le “abren los ojos” al ver al resto de los personajes, representaciones planetarias que encarnan las facetas de la sociedad: hedonismo, exceso, violencia, opulencia, brutalidad y la enajenación del dolor ajeno. La crítica hacia esos arquetipos se construye sobre el mito de la montaña sagrada, que explica de dónde viene el control del mundo, cómo es el ser humano, cómo se formó la sociedad con el tiempo y cómo tiene la capacidad de cambiar ese arraigo a la autodestrucción, utilizando todo para ilustrar la lucha por la autenticidad y la trascendencia en un mundo marcado por la opresión y el consumo desenfrenado.
«Ahora eres un corazón vacío, abierto para recibir tu auténtica esencia. Tu propia perfección, tu nuevo cuerpo que es el universo.»

Tromeo & Juliet (1996) – Lloyd Kaufman
Romeo y Julieta de William Shakespeare es una de las obras más reconocidas de la historia de la literatura, publicada por primera vez en 1597, ha sido inspiración para otras obras literarias, así como de otras expresiones artísticas como en la pintura, escultura, música y el cine, en este, se encuentra entre las obras más adaptadas en el medio audiovisual.
Una de las tantas adaptaciones que existe sobre la obra de Shakespeare es Tromeo & Juliet (1996) dirigida por Lloyd Kaufman, producida bajo la productora de Kaufman, la mítica Troma Entertainment. Dentro del catálogo de Troma, Tromeo & Juliet cuenta con su lugar especial, pues toma de inspiración una obra fundamental de la literatura con un resultado muy particular.
Como se sabe, no toda adaptación debe ser “fiel”, la película de Kaufman utiliza la historia base, pero adaptándola a un entorno muy diferente al que se percibe al leer el texto, Kaufman sitúa su adaptación en Manhattan, Nueva York a finales de los años noventa, con un particular narrador, Lemmy Kilmister —vocalista de Motörhead— quien nos introduce a los personajes de la historia, un par de familias muy opuestas, por un lado la opulenta familia Capulet y por el otro la familia Que, una familia pobre y desdichada.
Contar la historia sería algo aburrido, pues el núcleo principal de la historia como se sabe, es la relación entre el amor prohibido entre Tromeo —Romeo— y Julieta. Lo novedoso y fuera de lo común en esta adaptación es la utilización de ciertos elementos dentro de la historia, el hecho de usar temas tabúes para la época —o en realidad hasta nuestros días— como el incesto, drogas, armas, alcoholismo, sexo, el porno, violencia fisica y sexual, y el lesbianismo, todo mostrado sin ningun tapujo y con toda la intención de burlarse.
Detallar alguno de esos elementos arruinaría la experiencia del espectador, pues la película es una bomba y al explotar el espectador queda salpicado de preguntas, de sensaciones negativas o en todo caso, termina satisfecho y entretenido con la rudeza de esta particular adaptación.

A Hole in My Heart (Ett hål i mitt hjärta) (2004) – Lukas Moodysson
Cuatro cortos, 1 serie de televisión y 9 largometrajes, le bastaron al cineasta sueco Lukas Moodysson para establecer un estilo retador y poco digerible, cercano al cine lírico y experimental, propio de los directores nórdicos nacidos a finales de los 60.
Luego del sonado debut Fucking Åmål (1998) y de esa pequeña obra maestra llamada Lilja 4-ever (2002), Moodysson presentaría la insólita A hole in my heart (2004), la historia de un perdedor llamado Rickard (Thorsten Flinck), quien vive en un horrendo departamento junto a su hijo Eric (Björn Almroth); Rickard filma ahí mismo una cinta porno con la pareja compuesta por Tess (Sanna Bråding) y Geko (Goran Marjanovic), dos seres tan quebrados como el pseudo director.
Eric pasa las horas encerrado en su habitación, escuchando música para evadir los gemidos de los actores, aunque no puede evitar espiar. El bacanal explota entre alcohol, sexo y el ego desbordado de Rickard, con un montón de tomas vertiginosas en lo que pareciera una fusión imposible de la crueldad del Marqués de Sade y la estética de Terry Gilliam.
A hole in my heart no es solamente una película extraña, es también asquerosa y agresiva, un ejercicio que busca transgredir en todos los niveles, alardeando de un presupuesto paupérrimo y un cast valiente, dispuesto a cualquier barbaridad por trasladar a la pantalla el asco y la desesperación. Lukas Moodysson consigue que el espectador entre en ese diminuto espacio para departir entre la locura de esos personajes emocionalmente averiados, bombas de tiempo que eventualmente, explotarán.
Cine experimento/erótico, A hole in my heart debe ser apreciada por los estudiantes de cine interesados en quebrar las barreras de lo convencional; no es un viaje placentero, pero al final, deja una sensación intensa de fuerza visual pocas veces vista, la mirada de uno de los cineastas más desfachatados de nuestro tiempo.
Producida por la mítica Zentropa Productions, el cuarto filme de Moodysson (absoluta película de culto, inconseguible al día de hoy) recibió nominaciones en los Premios del Cine Europeo del 2004 y en el Festival de Mar del Plata del 2005, como mejor película.
Quizá, la clave para descifrar una cinta tan bizarra como A hole in my heart esté dentro de su póster promocional: en medio de ese desagradable caos en el que yace Tess (el nombre no es gratuito), es posible encontrar la belleza y consuelo que cuatro corazones agujereados no pueden hallar. A veces la vida es tan cruda, que no es posible romantizarla y filmarla de otra forma.

Titane (2021) – Julia Ducournau
Titane te atravesará las entrañas desde un punto inimaginable, desafiando tus límites y provocando reacciones extremas, desde la fascinación hasta el rechazo. Te ofrecerá todo lo que buscas en el cine bizarro contemporáneo y más. Con una narrativa que descompone las barreras de la materia, el cuerpo y el alma, Titane explora la soledad, la identidad y la búsqueda desesperada de conexión en un mundo que exige una dureza emocional y una adaptabilidad capaces de transformarse en un escudo de metal.
Titane, es una película francesa escrita y dirigida por Julia Ducournau, que se estrenó en 2021 y recibió la Palma de Oro en el Festival de Cannes del mismo año. Esta obra es una metáfora profunda y perturbadora del horror corporal, un drama psicológico que sacude las entrañas.
La premisa gira entorno a Alexia, quien sufre un accidente en su niñez que le deja una placa de titanio en la cabeza, es el epicentro de esta frialdad. Su historia es una alegoría de la falta de amor y conexión humana. La película nos lleva a través de las capas de su vida, desde la niñez marcada por el rechazo, hasta la adultez donde la frialdad y la violencia se convierten en su escudo. Es una historia sobre cómo las vivencias crean una personalidad incapaz de sentir o de conectar con los demás.
Al crecer Alexia se convierte en una showgirl que exhibe autos, un trabajo que resalta su sensualidad y la relación casi erótica que mantiene con las máquinas. Sin embargo, su vida da un giro drástico cuando asesina a un fanático que la acosa, lo que la obliga a huir y adoptar una nueva identidad. En un intento por escapar de la ley, Alexia se transforma físicamente y asume la identidad de Adrien, un niño desaparecido hace años. Su engaño la lleva a vivir con Vincent, el padre de Adrien, quien acepta a Alexia como su hijo sin cuestionar su autenticidad.
La relación entre Alexia y Vincent, es un punto central en la narrativa. A pesar de sus pasados dolorosos y de estar completamente destruidos por dentro, Uno al otro se convierte en un espacio donde ambos personajes, encuentran una oportunidad de renacimiento. Su conexión es inmediata y profunda, un proceso en el que ambos resurgen a través del amor que solo ellos mismos pueden darse. Este ciclo de evolución y destrucción es esencial para la narrativa de Titane, mostrando que, para convertirnos en lo que realmente somos, debemos dejar atrás lo que nos ha moldeado y enfrentarnos a nuestros miedos y dolores más profundos.
El viaje de Alexia es una metáfora de la transformación humana, donde la destrucción de lo que una vez fuimos se convierte en una oportunidad. Titane no es una película fácil de digerir, con una narrativa cruda y visceral, a partir de una puesta en escena que los límites de la comodidad y que, sin embargo, seducen al espectador hacia lo más aberrante y desconcertante.
En definitiva, Titane es una obra maestra del cine contemporáneo que nos muestra lo que sucede cuando el amor y el dolor se entrelazan en una danza destructiva y redentora. Esta obra, cargada de simbolismo y brutalidad, nos invita a reflexionar sobre la naturaleza del amor, el dolor y la redención, dejándonos un sabor metálico en la boca, pero también la sensación de haber presenciado algo extraordinario.

The Empty Man (2020) – David Prior
Por Ángel Serrano.
The Empty Man es la literal definición de extraño, fue lanzada al olvido por Disney, en medio de la pandemia del COVID-19, en el 2020, fracasó estrepitosamente en taquilla y la recepción crítica fue mixta. Con todo y sus obstáculos, el debut directorial de David Prior persistió y lentamente ha empezado a adquirir un seguimiento de culto.
Este filme es enigmático, caótico y aunque al final no provee todas sus respuestas,dejando a la audiencia en terreno ambiguo, no deja de ser fascinante lo que propone Prior en escena y da espacio a mucha interpretación y debate.
Basado en el cómic de Cullen Bunn y Vanesa R. Del Rey, The Empty Man trata sobre un policía retirado que está detrás del paradero de una adolescente desaparecida. Durante su investigación, se encuentra con un grupo secreto que está tratando de traer una terrorífica entidad sobrenatural.
El elemento atractivo es sencillamente lo críptico que llega a ser el proyecto. Desde una lectura superficial, The Empty Man explora los temas del nihilismo y caos a través de la conducta que emana la sociedad moderna, una sociedad que no ve la luz al final del túnel y que sencillamente abraza con todas sus fuerzas la oscuridad a través de conductas autodestructivas.
Es una mirada tétrica, amarga y que se convierte en una moraleja sobre los peligros de canalizar nuestras tribulaciones en actividades o grupos nocivos. Dicho esto, estos temas son la punta del iceberg dentro de todas las capas e interpretaciones que se le pueden sacar al proyecto. Con una dirección basada en el control y juego de la tensión y un manejo de cámara metódico, Prior construye unas secuencias de terror que son memorables como espeluznantes. La influencia del cine de David Fincher es más que notable, lo cual hace sentido debido a que es aprendiz del prolífico director, y aún con ello logra su propia voz en el proceso.
No dejen que la ambigüedad los asuste, denle una oportunidad a The Empty Man y les aseguro que, de una forma u otra, pensarás en ella por el resto de sus días.

The VelociPastor (2018) – Brendan Steere
Doug Jones es un cura que, un trágico día, ve a sus padres morir cuando su auto explota. Completamente destrozado, busca el apoyo moral de su mentor, el padre Stewart que, además de motivarlo a que se vaya de viaje, le ofrece una pieza de sabiduría al decirle que “eso hacen los padres. Se te mueren”. Doug decide ir a china en donde, durante una caminata en el bosque (completamente justificada en el guión), se encuentra a una extraña mujer. Antes de morir, ella lle da un colmillo de velociraptor, cuyo filo inflige una cortada en su mano, otorgándole el poder de convertirse en un dinosaurio; uno totalmente real, por cierto, para nada una botarga de esas que puedes comprar en Amazon por $35.
Aquí es donde comienza la aventura de Doug. Se hace amigo y eventualmente se enamora de una prostituta, mata a un proxeneta, descubre que tiene un hermano perdido, intenta exorcisarse, y pelea contra una red de traficantes de cocaína que de pura casualidad también son ninjas. Brendan Steere es el escritor, director y editor de este fantástico filme que busca hacer homenaje a las películas de terror de clasificación B; es decir, aquellas que son tan malas que son buenas, como la famosa Plan 9 from Outer Space de Ed Wood.
A pesar que de que para el final Steere lleva la broma demasiado lejos un, The VelociPastor es un viaje irreverente y sumamente divertido que siempre tiene una manera de sorprender y hacer reír. Desde su trama absurda, las referencias a películas de superhéroes (como Spider-Man de Sam Raimi) y los efectos especiales de baja calidad, Steere muestra un profundo entendimiento de qué es lo que hace a una mala película una de las mejores experiencias cinematográficas más disfrutables para los fanáticos del séptimo arte.

Ebola Syndrome (1996) (伊波拉病毒) – Herman Yau
Ebola Syndrome (1996), es un largometraje del director Herman Yau, del año 1996, el cual nos relata la historia de la aparición del virus Ébola en Hong Kong. Kai (Anthony Wong), es un camarero que huye después de cometer unos asesinatos, mientras trabaja en un restaurante resulta ser infectado por el virus Ébola, siendo un portador asintomático, propagando el virus.
Esta película resalta mucho por su contenido gráfico y su enfoque visual, la cual ha generado que se convierta en una obra de culto dentro del subgénero conocido como Category III, una clasificación de películas en Hong Kong reservada para contenidos extremadamente violentos, sexuales o perturbadores.
Es un ejemplo del exploitation cinema, donde es fundamental el shock y la provocación, con escenas gráficas de todo tipo. El director Yau utiliza el Ébola como un vehículo para explorar los temas de la depravación humana, la decadencia moral y el miedo al otro; siendo una exploración sobre el tema de la migración y las tensiones raciales.
Kai es un personaje que presenta todo lo cuestionable de la sociedad, cometiendo actos que son inmorales desde el inicio del metraje, durante toda la historia uno se pasa preguntando hasta dónde pueden llegar sus acciones.
Al momento de su lanzamiento fue una película controversial, siendo censurada o prohibida en muchas regiones. Es un metraje que divide opciones, desde una perspectiva es una obra repulsiva y moralmente cuestionable, mientras otros la consideran como una expresión artística audaz.
Sin duda es una experiencia rara con su mezcla de gore, horror y crítica social; resulta ser repulsiva, entretenida, y en ocasiones hasta graciosa. Una película que no es para todos, pero que si se tiene que ver al menos una vez.

Border (2018) (Gräns) – Ali Abbasi
Gräns/ Border (2018) película con una co-producción entre Suecia / Dinamarca, brindará al espectador una experiencia única y extraña, además, de atreverse a profundizar de forma existencial sobre ciertos problemas de exclusión social.
En esta película conoceremos a Tina, una agente de aduanas, reconocida por su eficiencia y por su extraordinario olfato, da la impresión de poder oler la culpabilidad de las personas. Cuando Vore, un un hombre aparentemente sospechoso, pasa junto a ella, sus habilidades se ponen a prueba por primera vez, Tina sabe que Vore oculta algo aunque no sabe exactamente que es.
Tan diferentes son los protagonistas de este relato entre el resto de la gente, como la misma película lo es respecto a las que habitualmente estamos acostumbrados a ver. Entre sus encantos está esa mezcla de thriller con tintes de noir nórdico que envuelve a la película desde la primera escena. Fantasía, tan sugestiva como inhabitual, sacudida por una historia de amor extraña.
Lo que cuenta y como lo cuenta, provoca un estado de animo incómodo, esto lo consiguen solo las obras de auténticos cineastas visionarios como lo es: el Director 𝐴𝑙𝑖 𝐴𝑏𝑏𝑎𝑠𝑖, nacido en Irán pero residente en Suecia, debutó en el mundo del largometraje hace algunos años con su película: 𝑆ℎ𝑒𝑙𝑙𝑒𝑦 (2016) en la sección Panorama de la Berlinale y en la sección oficial del Festival de Sitges.
Siendo su segundo proyecto, 𝐵𝑜𝑟𝑑𝑒𝑟 basado en la novela homónima de John Ajvide Lindqvist. Recordemos que Lindqvist es el autor de la novela 𝐷𝑒𝑗𝑎𝑚𝑒 𝐸𝑛𝑡𝑟𝑎𝑟 que se llevó al cine en 2008 por Tomas Alfredson. Una bella película sobre la dificultad de ser uno mismo en un mundo regido por las normas de lo ‘normal’, el miedo a la soledad, la capacidad de sentir y sobre un sistema donde se impone la aniquilación del otro para poder ser.
Extraordinaria habilidad la de Ali Abbasi para caminar en muchas fases de Border cerca de la frontera de lo grotesco, manteniendo en todo momento el suspenso y el hilo poético del film.
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