Dos miradas distintas sobre una misma película. Recuperamos los textos publicados en dos de nuestros especiales de la temporada de premios, a propósito de la llegada de ‘A Different Man’ (2024) del director Aaron Schimberg a la plataforma Mubi.
Dirigida por Aaron Schimberg, con una impresionante y diferente actuación de Sebastian Stan, A different man hace acto de presencia en la fiesta grande del cine: los premios Oscars 2025, esta vez dentro de la categoría Best Makeup and Hairstyling.
El filme nos cuenta la historia de Edward, un aspirante a actor que padece neurofibromatosis (enfermedad genética que se manifiesta como tumores cutáneos en zonas que recorren los nervios centrales o periféricos) por lo que se somete a un procedimiento médico y así poder alcanzar la belleza y el trabajo actoral que tanto anhela. En un giro inesperado sus sueños no se dan como él quería, llevándolo a una espiral descendente a la locura en un intento de reclamar lo que es suyo.
La mente maestra detrás de la transformación de Sebastian Stan tiene nombre: Mike Marino. Marino se enamoró del uso de prostéticos cuando vió de pequeño “The Elephant Man”, se sintió horrorizado pero alucinado a la vez, siendo el primer evento en este efecto mariposa que lo llevó a dos anteriores nominaciones al Oscar (la más reciente por su trabajo en “The Batman” (2022)) y ahora una tercera por el filme de Schimberg. Con un historial de haberse encargado del maquillaje en “Black Swan”, “The Irishman” e incluso el vídeo musical de The Weeknd “Save Your Tears”, Marino se enfrentó al reto que representaba caracterizar a Stan como una persona con neurofibromatosis de forma rápida mientras también tenía que crear el maquillaje de la serie “La Maravillosa Sra. Maisel”.
Mike Marino creó modelos 3D basados en la apariencia de Adam Pearson (co-estrella de Sebastian Stan y actor británico que realmente padece neurofibromatosis tipo 1) pero tomando el modelo de la cabeza de Stan. Horas y toneladas de pegamento después, el prostético estaba hecho y listo para Sebastian, el cual optó por usarlo todo un día mientras caminaba por Nueva York para meterse en el papel, dándose cuenta de cómo era percibido por los demás, algunos evitaban verlo y otros, más que nada con morbo, hasta le tomaban fotografías.
Marino reflexiona e invita al público a que no tomemos la belleza solo como algo físico, sino enfocado en el alma de la persona, y es por eso que A different man es un sí o sí que tienen que ver.
Por Eli Montelongo.

Han pasado 30 años desde el debut de Sebastian Stan en la escalofriante 71 fragmentos de una cronología del azar (1994) de Michael Haneke, una reflexión intensa sobre las paradojas de la maldad; con el tiempo, Stan afianzó su carrera en algunos roles secundarios en películas y series de televisión, hasta la llegada de la fama inevitable, gracias a su papel como Bucky Barnes / Winter Soldier en el universo cinematográfico de Marvel.
Pero es en A Different Man (2024) del director norteamericano Aaron Schimberg, donde Sebastian Stan ha tenido la oportunidad de demostrar su tremenda capacidad histriónica, dentro de una trama que fusiona las preocupaciones existenciales de Charlie Kaufman, el humor negro de Todd Solondz y los embrollos del cine de Woody Allen.
Edward Lemuel (Sebastian Stan) es un actor neoyorkino que padece neurofibromatosis, condición que le provoca deformidades en el rostro. Lidiando con una existencia triste y solitaria, un día conoce a Ingrid Vold (Renate Reinsve, la estrella de la inolvidable La peor persona del mundo, 2021), una vecina que lo mira con ternura y lo acepta tal como es. Edward se somete a un tratamiento que cambia radicalmente su aspecto, adquiriendo la nueva identidad de Guy Moratz.
Su nuevo rostro se convierte en pesadilla cuando se reencuentra tiempo después con Ingrid y descubre que ella está produciendo una obra off-Broadway llamada Edward, en la que se describe su pasado como un hombre inseguro y deforme. Cuando entre a escena Oswald (Adam Pearson), un actor que también presenta neurofibromatosis, pero que tiene una actitud relajada y extrovertida, Edward comenzará a resquebrajarse mentalmente, perdiendo todo lo que hasta ese momento pensaba tener; el protagonista recibe una lección sobre lo inútil que es cambiar por fuera si el interior sigue corrupto.
A Different Man es una sátira inteligente sobre la belleza y la hipocresía de la sociedad, un laberinto metanarrativo donde a Sebastian Stan se le coloca una máscara para deformarlo, mientras Adam Pearson (actor con neurofibromatosis real, que ha participado en programas para prevenir el acoso escolar) brilla como un ser carismático y seguro de sí mismo, enalteciendo el mensaje de la película, sobre las virtudes de la belleza interior, que nada tienen que ver con las apariencias externas, regularmente, falsas.
En el Festival de Cine de Berlín, la cinta compitió por el Oso de Oro y ganó en la categoría de Mejor Interpretación para Sebastian Stan, quien hoy está nominado en los Golden Globes como Mejor actor principal en una Comedia o musical. Producida por el estudio A24, A Different Man enfatiza la idea de que nada es lo que parece y que los conceptos de gracia y perfección, siempre son relativos.
Por Armando Navarro .
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