Quentin Tarantino: la catarsis a través de la violencia.

Por Barbarella D´Acevedo.

“La venganza jamás es una línea recta. Es un intrincamiento y en un intrincamiento es fácil perderse.”
Kill Bill. Volumen 1.

La palabra catarsis proviene del término griego katharsis, que significa purga o purificación. Si se busca su significado en diccionarios se suele encontrar que significa: “Entre los antiguos griegos, purificación ritual de personas o cosas afectadas de alguna impureza. || 2. Efecto que causa la tragedia en el espectador al suscitar y purificar la compasión, el temor u horror y otras emociones. || 3. Purificación, liberación o transformación interior suscitados por una experiencia vital profunda. || 4. Eliminación de recuerdos que perturban la conciencia o el equilibrio nervioso. || 5. Biol. Expulsión espontánea o provocada de sustancias nocivas al organismo.”[1]

En el siglo IV a. C. Aristóteles en su Poética [2] define la tragedia como “la imitación de una acción, elevada, y completa, de cierta magnitud, en un lenguaje distintamente matizado según las distintas partes, efectuada por personajes en acción y no por medio de un relato y que suscitando compasión y temor lleva a cabo la purgación de tales emociones.” Hacia el final de este concepto, en uno de los primeros acercamientos de la historia a estrcutura dramática, se encuentra precisamente la enunciación de la catarsis (katharsis), como la purificación del temor y la piedad en el espectador.La catarsis no es privativa de la tragedia sino que también existe en la comedia, donde debe producirse la purgación a través de la risa y el placer.

En el desarrollo del psicoanálisis también se ha empleado el término catarsis. En sus Estudios sobre la histeria (1893), Sigmund Freud [3], propone como procedimiento terapéutico para el tratamiento de la enfermedad, sumir al paciente en un estado hipnótico, para forzarle a revivir la experiencia origen del trastorno, le hace así llevar del nivel inconsciente al consciente, emociones reprimidas. A este método Freud lo llamaría “terapia catártica”.[4]

Si, según se ha entendido a partir del análisis la catarsis permite la purgación de emociones. ¿Serán entonces el temor y la piedad por una parte, y por otra la risa y el placer los únicos medios para lograrla? ¿Son estas las únicas emociones que necesitan ser purificadas en el espectador? Existen cientos de pasiones, de carácter negativo, que han acompañado, y acompañan, al hombre en su paso sobre la Tierra. Tal es el caso de la violencia y también de la venganza. Ya en el Génesis bíblico se reconoce el nacimiento del crimen en el fratricidio, perpetrado por Caín contra Abel. Más adelante, en la propia Biblia, incluso se enuncia la que ha sido llamada Ley del Talión “ojo por ojo diente por diente”. El desarrollo científico-técnico lamentablemente no ha marchado a la par del desarrollo de la humanidad en el hombre.

El mundo contemporáneo es eminentemente violento. A nivel global diversos países se complacen en conflictos bélicos, mientras en miles de hogares la violencia alcanza manifestaciones aterradoras. Muchas situaciones violentas dejan impotentes y anhelantes de justicia a sus víctimas, incluidos familiares y amigos, y, en el caso de las que se presencian a través de los medios, a los espectadores. El deseo de venganza es así una pulsión latente. Podría la venganza justificarse a nivel ético, o moral, en tanto presupone una injuria previa, una “satisfacción que se toma del agravio o daño recibidos”, aunque incluso en su forma más pasiva, suele ser una cara más de la violencia. Si bien la moral actúa como dique conteniendo el instinto, tanto la violencia como el deseo de venganza en el mejor de los casos, cuando no se manifiestan abiertamente, subyacen…

Las manifestaciones artísticas de cada etapa, incluidas la literatura, el teatro y las artes plásticas, han dejado registros de la violencia a lo largo de la historia, sublimándola en muchos casos. El cine, en el siglo XX, se suma a las manifestaciones artísticas que tratan el tópico por su universalidad, desde los mecanismos del terror, lo fantástico, la acción o la mímesis de la realidad. ¿No responderá esta predilección a una necesidad inconsciente del público por ver la violencia representada? ¿No podrá el receptor, a través del arte, identificarse con el objeto representado y realizar sus deseos a través de este, sin necesidad de quebrar el dique? ¿No será posible (y hasta necesario) a partir de la representación de la violencia y la venganza facilitar una limpieza, una purga, de tales pasiones reprimidas, al traerlas del inconsciente al consciente, en una suerte de “terapia catártica”?

Quentin Tarantino (1963- ) es un director, actor y guionista de cine estadounidense que ha hecho de la violencia y de la venganza recursos expresivos fundamentales para la composición de sus filmes. La crítica lo ha acusado una y otra vez por el abuso de tales tópicos, pero ¿cómo es posible acercarse en exceso a temas que abundan en la vida diaria? La violencia está en todas partes y yo solo me limito a reflejarla en mis filmes, ha expresado este creador en defensa propia.

Con solo 22 añosTarantino realiza su primera película, My best friend´s Birthday, en blanco y negro. Luego, intenta dirigir su siguiente guion, pero como no consigue financiamiento para la producción termina vendiéndolo. Paradójicamente, una vez que su nombre cobra fuerza, la productora propietaria de los derechos del libreto lo divide en dos. De la primera parte surge Amor a quemarropa o True romance dirigida por Tony Scott, mientras que la segunda da origen a Asesinos natos o Natural born killers (1994) a cargo de Oliver Stones. Pronto Tarantino, abandona la escritura de guiones que exigen alto presupuesto y se decide a realizar películas de bajo costo. Es entonces que nace su siguiente película, Reservoir Dogs (1992), que se convertiría en su primer éxito. Ya esta toca con cierto humor el tema de la violencia, que desde entonces se volvería parte esencial de su poética.

En 1994, Quentin Tarantino gana la Palma de Oro del Festival de Cannes por Tiempos Violentos o Pulp Fiction. Esta película se vale de una dramaturgia fragmentada, donde se pierde la linealidad espacio-temporal para narrar varias historias interconectadas. En ella Tarantino exalta lo kitsch de la cultura pop, y construye diálogos ligeros e ingeniosos, que se convierten en otro sello de su forma de hacer. En la década del 90 asume una de las cuatro partes de la película coral Four Rooms (1995) y luego Jackie Brown (1997).

Luego de seis años de silencio, el creador vuelve a la dirección con Kill Bill (volúmenes 1 y 2), un filme que estrena entre 2003 y 2004, dividido en diez capítulos, cuyo tema central es precisamente la venganza y que combina los recursos del spaghetti western, las artes marciales, el anime, el video clip, así como de las películas de serie b y serie z. Asimismo, esta película se vale de ciertas licencias propias del cine del género acción; por ejemplo, la capacidad de la heroína para sobrevivir a cualquier circunstancia (incluso tras ser enterrada viva) y la victoria final sobre sus enemigos.

“La venganza es un plato que sabe mejor si se sirve frío” es el proverbio que sirve de exergo a la película. En la primera secuencia, realizada en blanco y negro, una mujer, evidentemente golpeada, le dice a Bill, el hombre que a continuación habrá de dispararle, que espera un hijo de él. La escena aunque presenta a los protagonistas, no ofrece detalles acerca de sus motivos o circunstancias. Esta, que constituye la acción originaria del film, se muestra así como una situación “x” de violencia entre un hombre y una mujer, mujer que se presenta además desde una dimensión podría decirse sacra, en “estado de gracia”, lo cual deviene agravante para el crimen.

En el primer capítulo de la película, a todo color, la protagonista de la anterior secuencia, llega a una pacífica casa familiar, con parque infantil incluido, en Pasadena, California. A través de un flash back se entiende que la dueña de la casa, Vernita (alias Cabeza de Cobre) tuvo algo que ver en la golpiza del comienzo. La heroína de la cual solo se conocerá su nombre en clave, Cobra africana, pelea con su enemiga hasta que la entrada de la hija de esta última, una niñita de cuatro años, Nikki, lleva a ambas a detenerse y disimular. Finalmente se hace inevitable que la niña presencie el asesinato de su madre: “Cuando crezcas, si aún lo sientes en carne viva, te estaré esperando”, le dice Cobra africana con lo cual se establece el carácter cíclico de la venganza, rueda que una vez que comienza a girar es casi imposible detener. Esta se podría decir que es la premisa fundamental del volumen 1.

El capítulo 2 con el título “La novia salpicada de sangre” lleva a los espectadores en un flashback, a cuatro años y seis meses antes, en la ciudad de El Paso, Texas. El sheriff y su hijo número 1, personajes que luego aparecerían de nuevo en el proyecto Grindhouse de Tarantino y Rodríguez, hablan sobre los hechos: Una boda ha terminado con un final fatídico, con la novia embarazada y en estado de coma como única sobreviviente; en ella se reconoce entonces a la protagonista del filme. A continuación se muestra su despertar, escape del hospital y el comienzo de la venganza contra los miembros de la Escuadra Mortal Víbora Letal: “Cuando la fortuna le sonríe a alguien tan violento y feo como es la venganza parece probar no solo que Dios existe sino que uno hace su voluntad”. [5] Empieza con la supervivencia de la protagonista, la liberación en el espectador de los anhelos de venganza y violencia, pasiones motrices que impulsan el desarrollo del filme.

En el capítulo 3, El origen de O-Ren, a través de los recursos del dibujo animado japonés, se cuenta la historia de la reina del hampa de Tokio, O-Ren Ishii (Boca de Algodón). O-Ren Ishii es también un personaje marcado por la necesidad de venganza. Mató, con solo once años, al asesino de sus padres, cuya muerte presenciara a los nueve. A los veinte era ya una asesina profesional, participando a los veinticinco en el incidente de la boda. Esta situación funciona a nivel dramatúrgico en sí misma separada de la principal y reafirma el carácter cíclico de la venganza. Exhibe a un personaje cuyo desarrollo deviene del dolor por ver asesinar a los suyos. Tiene así esta historia vasos comunicantes con la de la pequeña Nikki, un cabo suelto a tener cuenta.

A continuación se desarrollan una serie de capítulos en los cuales la protagonista se libra de la mayoría de sus enemigos, no sin cometer de camino algunos errores. Se va acercando a la última persona de la lista: Bill. El rostro de este se ve por primera vez en el Volumen 2, donde se materializa como objetivo. Asimismo, por fin se conoce el nombre de la protagonista, la cual deja de ser así, cualquier mujer posible en el mundo, para convertirse en Beatriz Kiddo, ex socia de la Escuadra Mortal Víbora Letal y ex mujer de Bill de quien aquel quiso librarse al saber que estaba embarazada, lo que dio como resultado el incidente de la boda fatídica. Después de todo, la víctima aquí tal vez mereciera cierto castigo, por toda la sangre que derramara antes, pero también, a raíz de los sucesos narrados, una segunda oportunidad en el mundo, que logra al librar a este “de los malos” al tomar en su mano el hacer justicia.

Luego de este filme, Tarantino prosigue el desarrollo del tema, junto a Robert Rodríguez en el proyecto Grindhouse, homenaje a las películas de serie b y z, que se dividió en dos filmes: Planet terror (2007; Rodríguez), y Death Proof (2007; Tarantino).

En Planet terror la violencia se plantea crudamente. No parte de una ley de necesidad ya que no es resultado de una venganza, ni, por ende, un medio para lograr la justicia. Todos los personajes tienen su parte en ella, tanto los zombies infectados por el virus químico, víctimas también, como aquellos a quienes estos atacan. Aunque habla de un retorno al pasado y de lo dañino de un desarrollo que puede acabar en destrucción de la especie humana, estos sentidos se pierden en los vericuetos de la trama.

A cargo de Tarantino, Death Proof desde el punto de vista dramatúrgico, se divide en dos partes: en la primera acontece un crimen, y en la segunda, su venganza. En ambas un conductor demente, de rostro surcado por una cicatriz, vigila a mujeres jóvenes en lugares de carretera. Los créditos se inician con la imagen de unos pies femeninos, a modo de fetiche, sobre la parte delantera de un auto. Esto funciona como planting o antecedente de sucesos posteriores. Con una técnica similar a la de Hitchcock al comienzo de Psicosis, Tarantino confunde al espectador y le presenta unas protagonistas que habrán de morir en la primera mitad del filme. La historia se cuenta desde el punto de vista de las muchachas acechadas.

La cámara sigue a las víctimas, jóvenes parecidas a tantas otras, lo cual hace que crezca en los espectadores la indignación por cuanto les sucede: Arleene ha llegado a la ciudad de Austin, Texas, para pasar un fin de semana con sus íntimas Shanna y Julia Jungle, estrella local que aparece en todas las vallas del lugar y tiene un programa de radio. Julia ha querido gastarle una broma a Arleene y ha dicho al aire que esa noche saldrán de copas, así le dice a su amiga: “Si un muchacho lindo, o sensual, o ardiente, o gracioso, pero no de de aspecto gracioso, con el que aceptarías acostarte (…) te llama Mariposa, te invita a un trago y repite un poema, tienes que hacerle un baile erótico”. Al final de la noche sin embargo Arleene se encuentra herida en su amor propio porque nadie se le ha acercado. Acepta así bailar para el psicópata que las ha seguido en su recorrido por distintos bares. Finalmente, el homicida asesina en un simulado accidente de tráfico, a las tres chicas, a una cuarta que les conduce el auto, y a otra, a la que llevara en el suyo “de favor”.

La segunda mitad del filme se desarrolla en la ciudad del Líbano, Tennessee, catorce meses después. Tres jóvenes, similares a las anteriores, en una pausa de filmación de la película en que trabajan, se reúnen para recoger en el aeropuerto a una cuarta amiga llegada de Nueva Zelanda. Si la primera parte acontecía en la noche, aquí es de día, sin embargo, la circunstancia dramática es afín. Tanto las primeras muchachas como las segundas, tienen relaciones y temas de conversación, similares. El psicópata, las persigue, pero ellas logran sobrevivir, le disparan en un brazo, lo persiguen por la carretera y lo golpean mientras él pide perdón y ayuda, a gritos.

Así las amigas toman venganza por su propia circunstancia, por las chicas de la primera parte, y lo que es más importante por los espectadores, que se llenan de satisfacción al presenciar, que en el mundo que propone Tarantino, si bien no es posible para todos escapar de la fatalidad, al menos existe justicia. Este final es catártico pues libera el deseo de revancha que se instala en cada uno al constatar el sadismo del asesino. Después de todo, provoca satisfacción ver a los “malos” llorar de dolor y miedo.

Inglourious Basterds (Bastardos sin gloria), de 2009, es una de las obras más depuradas del director; trata el tema bélico y se ambienta en la segunda guerra mundial. Se divide en capítulos, lo que recuerda la estructura de Kill Bill. (1.Había una vez… en Francia ocupada por los nazis. /2.Bastardos sin gloria. / 3.Noche alemana en París. / 4.Operación Kino. /5.La venganza de la cara gigante.)
La película comienza con la presentación del Coronel de las SS Hans Landa, “el cazador de judíos”, quien asesina a cinco miembros de una familia judía escondida bajo el suelo de una casa en una granja de Francia. Shoshanna, una joven de 18 años, es la única sobreviviente de la masacre. La película, de tono ucrónico —reconstrucción alternativa de la historia— cuenta la historia de la joven así como la del coronel asesino, y además la de un grupo conocido como los Bastardos sin Gloria.

Shoshanna Dreyffus, cuatro años después de la masacre de su familia, se presenta bajo el nombre de Emmanuelle Mimieux, como propietaria de un cine y novia del proyeccionista negro, Marcel. Por azar, se le acerca un joven soldado alemán, Fredrick Zoller, protagonista por sus méritos militares de la película Nation´s pride a cargo de Joseph Goebbels [6], segundo hombre más importante del Tercer Reich, ministro de propaganda y líder de la industria cinematográfica alemana. Fredrick propone el cine de Shoshanna para la gala de estreno del nuevo filme en París, a la cual deberán asistir todas las autoridades del poder fascista. La joven vuelve a encontrarse así con el asesino de los suyos, Hans Landa, encargado de seguridad del evento. La muchacha planea quemar el cine utilizando los rollos de su colección de películas de nitrato inflamable. Realiza una filmación en que explica sus motivos y reedita la película a proyectarse.

Por otro lado, los Bastardos sin Gloria, un grupo especial de ocho agentes del servicio secreto estadounidense en Francia integran una guerrilla de emboscadas que tiene como misión principal “matar nazis”: “Los nazis no tienen humanidad. Son los soldados de un maniático asesino en masa que odia a los judíos y deben ser destruidos. Seremos crueles con los alemanes.” Les dice su jefe el Teniente Aldo Raine, más conocido como Aldo “El Apache”, y le exige a cada soldado abonar durante su servicio 100 cabelleras nazis. A este grupo se suma el Sargento Hugo Stiglitz, soldado alemán que matara a 13 oficiales de la Gestapo —no todos los alemanes eran nazis ni comulgaban con Hitler, pareciera querer explicar Tarantino—.

Enterados de que a la premier de Nation´s Pride asistirán los integrantes del alto mando alemán, los bastardos tienen la misión de entrar al cine y volarlo. En eso consiste la llamada Operación Kino. Una actriz alemana, Bridget von Hammersmark, es la encargada de hacerlos entrar al estreno como sus acompañantes.

Burlándose de lo que puedan decir los libros de historia, el filme revive para el espectador un período terrible de la humanidad y lo cuenta a su manera, ficciona los hechos y los altera a conveniencia del discurso dramático, de un modo que es ante todo desacralizador. Así cambia la circunstancia de la muerte de Hitler y toda la primera plana alemana. Convierte este falso magnicidio en un suceso frívolo, ridículo, que no está a la altura del conflicto bélico. Lo más importante es que hace tomar parte a una judía en la muerte del Führer. Si bien aquí la protagonista no se salva, consigue concretar su venganza antes de morir. Aunque no es así como fue, tal vez así debería haber sido. La situación general tal y como se plantea es catártica pues purga y sacia un deseo de justicia, que ya viene a ser histórico, y por eso la pone en manos de una joven de la raza más apaleada por los nazis: “Yo tengo un mensaje para Alemania. Que todos van a morir. Quiero que miren la cara de la judía que lo hará. (…) Mi nombre es Shoshanna Dreyfus y esta es la cara de la venganza judía.”

Como en la vida real no todos los buenos se salvan ni todos los malos perecen. Shoshanna muere mientras el cazador de judíos logra sobrevivir al hacer un pacto con el enemigo. Sin embargo no escapa al cuchillo de Aldo quien sigue la costumbre de los bastardos para con los alemanes y le deja tatuada en la frente, una svástica: “Cuando llegue a su casa en Nantucket imagino que se quitará ese bonito uniforme de las SS. No puedo aprobar eso. Si por mí fuera usaría ese uniforme el resto de su maldita vida, pero sé que no es práctico. En algún punto tendrá que quitárselo. Entonces le daré algo que no se pueda quitar.” ¿Cuántos líderes fascistas no lograron escapar refugiándose en otros países y consiguiendo una vejez tranquila? Algo diferente habría sido si hubiese existido Aldo en su camino. La marca terrible, el estigma, no es posible de esconder y resulta, sin lugar a dudas, una marca de segregación o muerte.

Se purga con este filme el resentimiento ligado a uno de los momentos menos humanos de la historia. Hay aquí menos sangre y más fuerza poética. Tarantino hace a los espectadores una personalísima broma, un guiño, al cierre de su filme cuando pone en boca de Aldo “El Apache” la frase: “¿Sabes algo (…)? Creo que esta es mi obra maestra”.

Django Unchained o Django desencadenado, de 2013, es un western (u oeste) que muestra como un esclavo liberado, Django viaja acompañado de un caza recompensas de origen alemán por el sur de los Estados Unidos con el objetivo de rescatar a su esposa Broomhilda de un cruel propietario de esclavos.

Al tratar el tema de la esclavitud, en el Sur de los Estados Unidos, Django Unchained, esgrime una crítica al racismo y hace burla también de quienes lo profesan. Una de sus escenas inolvidables es aquella en que aparecen los miembros del Ku Klux Klan con fundas en la cabeza mal cosidas por sus mujeres. El Ku Klux Klan verdaderamente no había surgido en el momento que desarrolla el filme pero de cualquier modo, el director de este, logra ridiculizar tal congregación magistralmente, y recontextualizar su nacimiento, atendiendo a las necesidades del filme. El juego con la cita y el intertexto es algo presente esta película.

El título usado para el filme rinde homenaje al spaghetti western del mismo nombre que realizara Sergio Corbucci en el año 1966. También alude al Hércules desencadenado —el título americano para el filme italiano de 1959, de fantasía épica Ercole e la regina di Lidia— que relata el escape de la esclavitud del mítico héroe griego. Cabe destacar que Tarantino da muestras de madurez como realizador y de sus preocupaciones éticas, al ahondar en temas históricos como el nazismo alemán o la esclavitud en Estados Unidos en Bastardos sin gloria y Django Unchained, aunque no deja de explorar en el tópico de la venganza —y la violencia— con el humor que lo caracteriza, a juego con los tópicos del cine de serie b y z.

Django Unchained mira así al pasado de un modo peculiar, no de modo historicista sino ficcionando hasta el extremo en una fábula que en primer lugar resulta entretenida. Invita a revisar “aquello que fue” y a analizarlo desde muy diversas aristas. Lo fundamental en esta, como en tantas obras de Tarantino es que el protagonista, devenido héroe consiga sus objetivos, concrete su venganza y logre así la victoria. La venganza en Django unchained aunque terrible es justa, por eso consuela.

Once upon a time in Hollywood (Érase una vez en Hollywood) de 2019, último filme a analizar aquí en relación a la venganza como recurso narrativo, en la filmografía de Tarantino, propone una historia alternativa en relación al devenir de la secta La Familia, dirigida por Charles Mason y los crímenes que esta perpetrara, en particular el asesinato de la prometedora actriz Sharon Tate, esposa de Roman Polanski, junto a otras cuatro personas en Cielo Drive, su casa de Los Ángeles; uno de los crímenes más estremecedores de los años sesenta, con el agravante de que la actriz al momento de su muerte se hallaba a punto de dar a luz.

El filme tiene como protagonista a Rick Dalton, un actor de televisión, cuya carrera ha venido a menos a razón de su edad y alcoholismo y Cliff Booth, su doble de acción y amigo, veterano de la Segunda Guerra Mundial, que le hace las veces de chofer. Rick Dalton, se convierte en vecino de Tate y Polanski, que se han mudado a una casa junto a la suya y aspira a convertirse en su amigo para relanzar su carrera. Mientras que, por azar, Cliff Booth acaba involucrándose brevemente por La familia, debido a que recoge a una autoestopista y la conduce al Rancho Spahn, otrora utilizado para filmar westerns, y donde radica la secta. Recela de que los hippies se estén aprovechando del propietario y termina por violentarse ante sus provocaciones.

Desde que aparece Tate, y luego los hippies, que en breve se identifican como La Familia, ya se puede intuir de que trata el filme, aunque todavía no queda del todo claro el camino que va a tomar, aunque si se tiene en cuenta la trayectoria y poética de Tarantino y se conoce el lugar que ocupa “la venganza” en su obra, es posible intuir que los hechos van a alcanzar un camino poco convencional. La historia da un salto temporal en que Dalton y Booth viajan a Italia a filmar; luego ambos regresan a Los Ángeles, donde se produce la confrontación final con los miembros de la secta, que se disponen a matar a Tate y los suyos, pero cambian de planes, tras una desagradable interacción con Dalton y deciden asesinarlo.

Ya aquí es evidente una de las tesis de la película, y es que lo que pasó le podía haber ocurrido a cualquiera, y en otra instancia, que las cosas habrían podido ser de otro modo… A partir de ese momento, el director entabla una especial complicidad con los espectadores, en tanto, los asesinos no llegan aquí a perpetrar los crímenes por los que se harían famosos, pero terminan siendo ejecutados por Booth en un episodio de violencia extrema.

Booth por una parte se defiende, y por otra toma la justicia por sus manos, justicia histórica que pretende rectificar un trauma histórico, justicia poética, no esa que brindan los sistemas judiciales, con sus cadenas perpetuas, que permiten a los asesinos morir de viejos, terapia catártica, a fin de cuentas… Al finalizar el filme, Sharon Tate, invita a Dalton a su hogar, a tomar una copa. Quentin Tarantino ha confesado, que reparar la memoria de la actriz, y que su legado artístico dejara de definirse por su asesinato y la condición de víctima, era uno de los grandes cometidos de esta obra.

En cada una de las películas que se han analizado hasta aquí, Tarantino logra el empleo de la violencia y el desagravio como recursos dramáticos y a la vez estilísticos. Tales recursos, que forman parte de la poética del director son presentados una y otra vez a los espectadores y pese a que no se puede afirmar ciegamente que su sea objetivo provocar la catarsis en el público, esta acontece ya sea por identificación con las víctimas o sus situaciones.

Notas:
[1] Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, 2008.
[2] Ver concepto de tragedia en Aristóteles: Arte poética. Espasa- Calpe, 1979..
[3] Junto a su colaborador el fisiólogo austriaco Josef Breuer.
[4] A posteriori buscaría el mismo efecto, mediante la asociación libre y la interpretación de los sueños.
[5] Kill Bill. Volumen 1.
[6] En la realidad era Ministro de propaganda, y tenía por ello control de la industria cinematográfica y el teatro.

Barbarella D´Acevedo (La Habana, Cuba, 1985). Escritora. Profesora y editora. Teatróloga, graduada del ISA y del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. Ha obtenido múltiples galardones, entre ellos: Premio de la Ciudad de Holguín en Narrativa (2022), Hermanos Loynaz en Literatura infantil (2021), XIX Certamen de Poesía Paco Mollá 2020 (España), La Gaveta (2020), Bustos Domecq (2020), y Beca de creación El reino de este mundo por el disco de poesía Discurso de Eva (PM records). Ha publicado entre otros: Músicos Ambulantes (2021), El triunfo de Eros (2022) y Blanco y azul (2022) con Editorial Primigenios (Miami), Basilio y el deseo (DMcPherson Editorial, Panamá, 2022), Érebo (Aguaclara Libros, España, 2022), El triunfo de Eros (Editorial Ácana, 2022), Habana pulp mission (Ediciones Solaris, Uruguay, 2022), Los sufrimientos del joven Bela (El Faro Editores, 2022), Marea roja (Ediciones Arroyo, Argentina, 2022), Tren para Salinger (Ediciones Loynaz, 2022), La casa, el mundo y el desierto (Ediciones Hurón Azul, España, 2023), y Marea roja (Ediciones Enlaces, Chile, 2024). Su obra ha sido editada asimismo en diversas antologías a lo largo del mundo. Cultiva disímiles géneros: novela, cuento, poesía, literatura fantástica, literatura erótica, periodismo, crítica, teatro, literatura para niños y jóvenes. Ha sido traducida al francés, al inglés y al esloveno. Es considerada una de las voces jóvenes importantes en la Cuba actual.


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